El representante especial de la ONU para Afganistán, el noruego Kai Eide, emplazó hoy a los ministros de la OTAN reunidos hoy en Bruselas una revisión de la actuación de las fuerzas especiales extranjeras desplegadas en Afganistán, principalmente en lo que respecta al importante número de bajas civiles causadas por las operaciones militares de los aliados, algo que, según dijo, dificulta los esfuerzos por estabilizar el país.
"Me alegro de que se envíen más tropas, pero se deben tomar medidas para evitar una situación en la que el aumento de tropas y el aumento de los combates implique un aumento de las bajas civiles, así como (evitar) cualquier comportamiento que ofenda a la población", dijo Eide, quien también es el máximo responsable de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA).
Con el envío de tropas anunciado por Estados Unidos, se pasará de los 32.000 militares estadounidenses que había en el país a finales de 2008 a los aproximadamente 68.000 que habrá a finales de este año. Otros países de la OTAN, como España, aportan un total de 30.000 militares más.
