El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se declaró ayer "sorprendido" y "entristecido" por el tiroteo provocado por un anciano antisemita de 88 años en el Museo del Holocausto de Washington DC y tras el que falleció un guardia de seguridad.
"Este vergonzoso acto nos recuerda que debemos permanecer vigilantes contra el antisemitismo y los prejuicios en todas sus formas", indicó el mandatario en un comunicado. En este sentido, subrayó que "ninguna institución americana es más importante para estos esfuerzos que el Museo del Holocausto". "Y ningún acto de violencia reducirá nuestra determinación para honrar a quienes perdieron la vida construyendo un mundo más pacífico y tolerante".
Obama dedicó unas palabras especiales al "valiente" guardia de seguridad que falleció en el tiroteo, Stephen Tyrone Johns, e indicó que sus "pensamientos" y sus "plegarias" están del lado de su familia y amigos.
