Las compañías aéreas españolas facturarán unos 8.350 millones de euros este año, lo que supone un descenso del 16% respecto al ejercicio anterior, en el que permaneció prácticamente estancada, al crecer un 0,6%, según un informe de la consultora DBK, que destaca que este descenso afectará a todos los segmentos de negocio.
La contracción de la demanda configura un marco de competencia adverso para los próximos meses que motivará que las aerolíneas sigan reduciendo su oferta y sus costes, en un contexto en el que el precio aumentará su importancia como factor de decisión para consumidores y empresas.
Para el próximo año, la consultora pronostica un comportamiento menos negativo, con descenso próximos al 1% en los segmentos de pasajeros y carga y una evolución algo más favorable del área de aerotaxi.