A la espera de conocer qué sucedera con la venta de Opel, General Motors ha conseguido que un 86 por ciento de los miembros del sindicato canadiense aprueben los recortes de salarios que, además, implican una rebaja del sueldo para los nuevos contratos que, a partir de ahora, recibirán un 70 por ciento del sueldo base.
Por otro lado, la canciller alemana, Angela Merkel, afirmó ayer que su gobierno esperará hasta mediados de semana para tomar una decisión sobre la venta de Opel, sin embargo, algunos políticos alemanes como el ministro de economía, Karl Theodor zu Guttemberg están convencidos que una bancarrota controlada sería la mejor opción para el fabricante automovilístico.
Según una portavoz del vicepresidente de Fiat, John Elkman, el directivo tiene previsto reunirse hoy martes en Berlín para discutir la oferta de la italiana sobre Opel. Aún así, GM sera quien últimamente tendrá que decidir el destino de Opel, eso sí, el gobierno alemán seguirá jugando un papel clave puesto que podría avalar cualquier operación con miles de millones de euros, puesto que Opel emplea a 25.000 personas en Alemania.