La entidad holandesa registró unas pérdidas de 886 millones de euros en el primer trimestre del año, frente a los 3.595 millones que ganó en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Según ha explicado la entidad, este resultado se debe principalmente a los números rojos generados por los costes de la transferencia de los activos del banco adquiridos por el Royal Bank of Scotland (RBS). En concreto, estos activos registraron pérdidas después de impuestos de 928 millones de euros, por cambios en su valoración y costes por la transferencia.
En cuanto al resultado por operaciones discontinuas, ABN aseguró que en su conjunto "mejoró significativamente" respecto al segundo semestre de 2008. La entidad también menciona ganancias después de impuestos por valor de 87 millones de euros gracias a la adquisición por el Estado holandés de ciertos activos del banco, pérdidas de 48 millones que obedecen a aspectos centrales del grupo y un beneficio de 3 millones atribuido a las operaciones discontinuas del banco Santander en los activos que posee en el banco holandés.