La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, prepara una ley sobre las remuneraciones de los altos directivos y la regulación de las denominadas stock options tras el escándalo provocado por Société Générale y siguiendo la línea de Alemania y Estados Unidos, según Le Figaro.
Desde hace meses, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha advertido a los directivos de los grandes grupos empresariales y a los presidentes de las dos principales patronales del país que las compañías que reciban ayudas públicas debían dar ejemplo.
De momento, en el sector del automóvil, al que el Estado ha socorrido con un total de 7.800 millones de euros, el presidente de Renault, Carlos Ghosn, renunció a su parte variable de remuneración, los llamados bonus, correspondiente a 2008, igual que el responsable de PSA Peugeot Citroën, Christian Streiff. Sin embargo, los banqueros se han mostrado más reacios y el pasado 20 de enero Sarkozy tuvo que convocarles en el Elíseo para presionarles y que renunciaran a sus bonus.