El Banco Santander es una de las entidades extranjeras que resultaron beneficiadas con parte de los 170.000 millones de dólares de los fondos públicos destinados por el Departamento del Tesoro para el plan de rescate de la aseguradora estadounidense American International Group (AIG).
En concreto son 300 millones de dólares (algo más de 222 millones de euros) lo que la entidad española recibió de AIG entre el 16 de septiembre y el 31 de diciembre del año pasado, según consta en un documento interno de la aseguradora.
Se trata de pagos realizados por la aseguradora en el marco de los contratos de aseguramiento de deuda que tenía firmados con la entidad española y otras instituciones financieras, conocidos en inglés con el nombre de credit default swaps, instrumentos financieros creados para asegurar el riesgo de crédito de los bonos emitidos por las empresas o por los estados.