Subieron los inventarios de crudo en Estados Unidos, pero descendieron los de gasolina y petróleo refinado, lo que ha sido interpretado por el lado negativo por el mercado. El barril Brent acelera la subida que experimenta desde los primeros compases de la negociación y se anota un 0,8%, hasta 59,27 dólares. Mientras, el West Texas -el de referencia al otro lado del Atlántico- avanza un 1%, hasta situarse en 58,86 dólares.