
Aunque nuestro país puede presumir de talento y buenas ideas, la dificultad a la hora de acceder a financiación sigue siendo una de las principales zancadillas que encuentran los emprendedores. Precisamente, con el objetivo de consolidar este ecosistema, ayer se presentó el primer informe anual de la inversión angel en España, elaborado por la Asociación Española de Business Angel Networks (Aeban), en colaboración con Iese. Una misión clave para Europa, ya que tal y como reconoció el presidente de Aeban, José Herrera, "la estructura de capitales europeos está todavía muy fragmentada, lo que supone una fuga de startups hacia EEUU".
Entre los principales datos, el informe refleja un cambio en el perfil de los inversores: son más jóvenes -el 44% tiene menos de 44 años- y su experiencia es menor: el 60% empezó a invertir en los últimos cinco años, mientras que sólo el 10% lleva más de 15 años haciéndolo. Además, el business angel está cada vez más interesado en invertir fuera de España (un 30%). Por otro lado, el porcentaje de mujeres es minoritario: alcanza sólo el 8%, tal y como contó la directora de la red de business angels del Iese, Amparo San José.
La coinversión gana fuerza
Cada vez se invierte más de forma conjunta. Así, el 88% de business angels colabora entre sí; un 21% realiza operaciones con plataformas de crowdfunding; un 30%, con una gran empresa; y un 62%, con una entidad pública.
Aunque la mayoría de business angels tiene experiencia en el sector tecnológico y la inversión en lo digital sigue siendo superior, la mayoría tiene hasta un 25% de startups offline en su cartera. En cuanto al éxito empresarial de las startups, Herrera anunció que "un 65% de ellas fracasa, mientras que un 25% sobrevive y sólo un 10% tiene éxito: por lo que se hace necesario potenciar la inversión por 10, para recuperar lo que se ha perdido con el otro 90%".
Por último, Herrera defendió la importancia de consolidar un entorno político e institucional estable que dé tranquilidad a los inversores y mejore el ecosistema.