
El nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Jesús María Barrientos, hizo una encendida defensa de la legalidad en su toma de posesión, celebrada ayer en Barcelona. En su discurso reafirmó su "decidido compromiso en defensa de la legalidad". Asimismo, recordó que ni la Constitución ni el Estatuto pueden "verse superadas si no es previa su reforma". También envió un mensaje a la clase política al afirmar que "nadie acuda a los juzgados y tribunales en busca de soluciones al debate social abierto en Cataluña".
Al acto no asistió el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que alegó problemas de agenda. Sí asistieron sus consejeros de Justicia e Interior.