Un soldado de las fuerzas estadounidenses en Afganistán salió de su base en la provincia de Kandahar y comenzó a disparar contra civiles afganos, matando al menos a tres de ellos y causando heridas a otros.
Tras ello, el soldado se entregó a las autoridades militares de Estados Unidos.
Aún se desconoce qué empujó al soldado a disparar contra los afganos, se creen que podría haber sufrido algún tipo de crisis mental