Presuntos miembros del grupo terrorista de corte yihadista, Boko Haram, han empleado niñas menores de 10 años en ataques suicidas seguidos de ataques con granadas que han causado 31 muertos en Damboa, al noreste de Nigería
Los hechos se dieron durante el Aid, la celebración que marca el final del ramadán. Momento de festejos que presuntos miembros de Boko Haram aprovecharon para atacar a los ciudadanos, empleando niñas de las que nadie sospecha.
"Nos dimos cuenta de que los atentados suicidas habían sido perpetrados por seis niñas cuyas cabezas arrancadas fueron halladas en el lugar de la tragedia por los equipos de socorro. Tenían entre siete y diez años", según personal del gobierno local.
Además, los ataques suicidas fuero precedidos de dos explosiones en los barrios de Shuwati y Abachan, dejando un saldo previo de 6 muertos, confirmados por las autoridades. Tras los ataques suicidas, las personas que trataban de socorrer a los heridos fueron nuevamente atacadas mediante granadas de mano con la intención de maximizar el daño, 31 muertos y decenas de heridos.
El último ataque de Boko Haram fue el 1 de mayo y al menos 86 personas murieron en dos atentados suicidas contra una mezquita y un mercado en la ciudad de Mubi, en el estado vecino de Adamawa.
Durante los últimos nueve años, la insurgencia islamista se ha cobrado más de 20.000 vidas en la región y se ha extendido desde el noreste de Nigeria hasta Níger, Chad y Camerún, creando una grave crisis humanitaria con cerca de 2,6 millones de desplazados.