
Pedro Sánchez, desde que llegó a Moncloa, se ha convertido en un producto de marketing. Todo lo que hace y dice está pensado en términos electorales. Es rehén de su equipo de publicistas que tratan de venderlo como si se tratase de un bien perecedero: las manos de Pedro; las mujeres de Pedro; las gafas oscuras de Pedro; Pedro en el avión presidencial; Pedro hablando inglés; Pedro self-made man; Pedro al rescate del Aquarius; Pedro el pacificador; Pedro recibe a Quim Torra en Moncloa; Pedro el magnánimo acerca a los líderes independentistas...
La lista podría ser infinita porque el resto de los miembros de su Gabinete ha tomado buena nota y actúa como su jefe. ¡Hasta el paro va mejor desde que gobiernan ellos! Tanta impostura solo es posible gracias a la complicidad de algunos medios de comunicación y de la opinión pública, que han decidido mirar para otra parte.
Para Sánchez lo único importante es ganar las elecciones. Esta política basada exclusivamente en el marketing y en la descalificación del adversario es lo que llevó a los socialistas a hacer al mismo tiempo de Gobierno y de oposición. No hay gestión, hay engaños y gestos apoyados por el aparato mediático afín que actúa de palmero en vez de hacer de contrapoder como sería su obligación. Esta manera de actuar supone que los españoles vamos a tener que pagar un altísimo precio para que Sánchez pueda gobernar desde su exigua minoría. No lo notaremos a corto plazo, pero las consecuencias pueden ser demoledoras a medio y largo, en términos políticos como económicos. Todo parece indicar que vamos a sufragar la campaña electoral más cara de nuestra democracia. Esto es simple y llanamente corrupción intelectual.
Todo ello se hace con la mejor intención y en nombre de ideales nobles, pero como dice la sabiduría popular, "el infierno está empedrado de buenas intenciones". Una historia que recuerda a la película dirigida en 1941 por Frank Capra Juan Nadie en la que narra cómo a través del marketing convierten a un vagabundo en un personaje muy popular. Recuerdo lo que dijo Felipe González a su Gobierno cuando llegaron al poder en una situación difícil: "Si hacemos lo que tenemos que hacer a lo mejor ganamos las próximas elecciones".