
La evolución de la sociedad y la economía está registrando un cambio intenso, bajo el influjo de las nuevas tecnologías. Todas las organizaciones, inmersas ya en una globalización que estimula la competencia, tienen que adaptarse para no verse sobrepasadas ni perecer. Es la llamada transformación digital, concepto que describe la necesidad de aprovechar las nuevas oportunidades y el cambio de estrategia que surgen gracias a la aparición de las nuevas tecnologías.
El cambio que introduce esta transformación digital no es realmente sólo tecnológico sino que comporta cambios en la actitud de las personas y conduce a una verdadera reinvención, o al menos a un replanteamiento integral, de las organizaciones que han venido actuando en el mercado global tradicional, hoy muy mediatizado por la digitalización.
La transformación digital en este sentido no incide en las tecnologías utilizadas, que son externas a la gestión -Big Data, Cloud, Internet de las Cosas, Internet de las Infraestructuras, Movilidad, Automatización, Social Business, etc.- sino en el hecho de utilizarlas para desarrollar los fines de la organización.
Por eso se ha dicho, y con razón, que la transformación digital reconstruye las dinámicas de las organizaciones para adaptarlas a las necesidades del presente y del futuro. Y a la vez que es pieza clave en los planes de negocio de las empresas, también ha de ser la herramienta fundamental en la evolución de las organizaciones de servicios. En ambos casos, la digitalización ha de interpretarse más como un proceso que como un objetivo en sí mismo.
Por este motivo y de acuerdo con las ideas mencionadas, el Colegio de Ingenieros de Caminos, que es una organización que, entre sus objetivos, tiene la prestación de servicios a los colegiados, está decidida a proceder a la transformación digital, para lo cual se dispone a montar una Oficina destinada a guiar los pertinentes cambios, a los que tendrá que acomodarse toda institución. Hay grandes ámbitos de la actuación del Colegio, como los de Empleo, Formación o Visado, en que la transformación digital ofrecerá grandes ventajas a los usuarios y economías de la institución.
Las ventajas de la transformación digital han sido ampliamente analizadas y hay de ellas importante literatura técnica: mejora la eficiencia operativa, permite respuesta rápida ante los cambios de oportunidad o de coyuntura, ofrece ventajas competitivas a las organizaciones, mejora la colaboración interna, da pie a análisis de datos que facilitarán la operación (Big Data), impulsa la cultura de la innovación… Nuestra pretensión consiste en abrir camino en estas direcciones, convirtiendo al Colegio en adelantado del cambio inexorable e imprescindible. Con seguridad, la mayor parte de los ingenieros se subirán al tren en marcha de la transformación digital con gran facilidad, pero al Colegio corresponde extender los nuevos hábitos a todo el colectivo de ingenieros de caminos, canales y puertos, para que participen en los procesos de actualización y no queden apeados de una realidad cambiante y que avanza cada vez a mayor velocidad.
La Unión Europea y sus organizaciones tenemos que impulsar la transformación digital (en la que van en cabeza los Estados Unidos y el eje Asia-Pacífico) para que seamos capaces de aprovechar las ventajas de la llamada cuarta revolución digital, lo que nos llevará a avanzar sin pausa hacia un mercado único digital. En esta nueva realidad, el Colegio de Ingenieros de Caminos quiere apoyar, en los amplios campos en que se desarrolla nuestra actividad a los colegiales en la exploración de los territorios más avanzados. Y de ahí que haya buscado la ayuda del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, que ofrece apoyo para tales transformaciones.