Firmas

Sí a la energía nuclear

Central nuclear de Ascó.

La exigencia de una oferta energética abundante y barata es fundamental para cualquier economía, pero concretamente, para la española es algo fundamentalísimo. Y he aquí que sobre un aspecto concreto de la necesidad de una oferta abundante y barata existe algo así como un silencio alrededor de la opción nuclear que desde un punto de vista científico no parece tener justificación alguna. Por eso considero que hay que felicitar, por ejemplo, a ABC Empresa por el artículo de Javier González Navarro publicado el 8 de octubre de 2017 y titulado Las centrales nucleares, el factor clave para una transición energética equilibrada.

En este artículo se exponía cómo se debe actuar, en el campo energético, para garantizar la competitividad, el desarrollo y el empleo, así como la sostenibilidad medioambiental. Una conclusión expuesta en ese artículo es incontrovertible: "La energía de origen nuclear garantiza el suministro eléctrico porque (las centrales nucleares) funcionan las 24 horas los 365 días del año y ... es la energía más barata y empuja a la baja los precios de la electricidad en el mercado mayorista".

Esto se relaciona también con lo que se expuso este año en los Cursos de La Granda, el 7 y 8 de agosto en relación con el tema Cambio dinámico y tecnología energética, y ahí se dejaron claras ciertas circunstancias complementarias. Veamos algunas.

En primer lugar que España es una "cuasi-isla en su sistema eléctrico, con escasas interconexiones con otros países, y también que un claro aumento de la aparición masiva de las energías renovables en el futuro significaría "la dispersión geográfica de las instalaciones de producción, lo cual complicaría una sustancial modificación de la red de transportes y distribución", realidad costosa y técnicamente complicada, porque no se aprovecharía toda la producción en los momentos de una mayor demanda, o ya por los problemas derivados de la instalación de la precisa capacidad de almacenamiento. Eso acabaría quedando vinculado con el consiguiente aumento de la tarifa al consumidor en forma de precios. Y todo eso, evidentemente conduce a esta consideración, expuesta y destacada en La Granda: la energía nuclear supone la "mejor manera de transitar de forma eficiente, ordenada, favorable y competitiva hacia un modelo descarbonizado" y además, barato, con un uranio vinculado en cuanto a su mercado para su suministro, de modo fácil, porque puede almacenarse en forma de garantía para más de un año de consumo, y la adquisición de éste procede de suministros situados en "países estables y muy diversos prácticamente, con lo cual hay siempre ventajas en el terreno de los precios. Pero todo esto tiene también desde el punto de vista del rechazo un aspecto político.

Como ha mostrado Guillermo Velarde, al exponer el Proyecto Islero de opción nuclear, que tuvo lugar durante la Jefatura del Estado de Franco, tal cosa había causado una serie de planteamientos derivados.

Por una parte estaban los proyectos iniciales vinculados al modelo francés. Y, aprovechándolos, el ministro de Industria, Alfredo Santos Blanco primero y completándolo después su sucesor, Alfonso Álvarez Miranda en el Gobierno de Arias Navarro, el último de la etapa de Franco, fue derivar el Proyecto Islero hacia el abastecimiento de energía nuclear para las actividades industriales y domésticas. El proyecto de Álvarez Miranda era muy interesante y es difícil encontrar críticas serias sobre aspectos fundamentales suyos, pero ya con Carlos Pérez de Bricio, en el marco de la Transición y en un Gobierno Suárez, el freno al desarrollo de la energía nuclear pasó a ser clarísimo.

En son de crítica recuerdo que Enrique Fuentes Quintana, que había pasado a ocupar la vicepresidencia del Gobierno me contó que Alberto Oliart, como inistro de Industria y Energía, había llevado al Consejo de Ministros un proyecto de aceptación de puntos de vista del Plan de Álvarez Miranda, y en él se encontraba una notable ampliación de la central nuclear cacereña de Almaraz.

Enrique Sánchez de León, que era inistro de Sanidad y Seguridad Social señaló que eso supondría, por el ambiente existente ya de oposición a todo lo nuclear, muy probablemente perder las elecciones para UCD en Extremadura, a más de la tensión que crearía con el Gobierno portugués, el cual por la revolución que había derribado al régimen salazarista anterior, se había declarado opuesto a esa central a causa de su cercanía. Adolfo Suárez tomó la palabra y dijo, efectivamente, "nada de ampliar Almaraz; perderíamos las elecciones". Y esto se encuentra tanto en la disposición del Gobierno de Felipe González que provocó el llamado "parón nuclear", como en los ataques de ETA a los proyectos del País Vasco, asesinatos incluidos.

El planteamiento básico fue radicalizado en el Gobierno de Rodríguez Zapatero al que oí por radio, un día que me encontraba en Murcia para dar una conferencia, señalando en la Universidad Politécnica de Cartagena su radical oposición a lo nuclear, opción que haría desaparecer si lograba ocupar el poder escuché a continuación una gran ovación.

En estos momentos de lucha contra el calentamiento y búsqueda de disposición de energía barata, en el conjunto de energías primarias de España, y fruto de todo lo anterior la nuclear supone sólo el 12% frente al 45% de petróleo o el 20% de gas natural.

Por supuesto, ni los economistas ni los físicos alaban esto; pero sí los políticos como derivación de toda una historia que ha creado un ambiente que frente todo tipo de expansión nuclear y que, naturalmente, complica problemas esenciales de nuestra economía, ajenos desde luego a toda racionalidad. Y un añadido forzoso. El problema del recalentamiento de la atmósfera a causa de ciertas energías se ha deteriorado. Basta en este sentido recordar un excelente trabajo, de Eloy Álvarez Peleguy, titulado Economía industrial del sector electrónico. Estructura y regulación (Civitas, Madrid, 1997) que aparece en ese trabajo del reto derivado del CO2 y el recalentamiento derivado, como un recuerdo siempre oportuno a situaciones muy preocupantes. Pues de ello no aparece nada y confieso que cuando se publicó fue, en muchos sentidos, una obra de consulta continua.

Ahora, tras la famosa reunión de París, continúa sirviendo, pero exige complementos. Y estos mueven a replantear en vanguardia, la cuestión de la energía nuclear junto con el amplio abanico de las renovables. Esto es lo que en España se precisa rescatar del olvido, que probablemente nació como consecuencia de la bomba de Palomares, completada con las noticias de las catástrofes sucedidas en la Unión Soviética y en Japón. El problema político se encuentra ligado a eso pero las cuestiones tecnológicas de desarrollo económico de suministro barato a los hogares plantea recomponer conjuntos todos estos elementos.

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Comentarios 6

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juan
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NO A LA ENERGIA NUCLEAR. No a hipotecar el futuro de nuestros nietos con residuos radioactivos practicamente eternos.

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#1
Dom Pepito
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NO A LOS TALIBANES ANTINUCLEARES. No a hipotecar el futuro de nuestros nietos haciéndolos vivir de forma eterna en el paleolítico ecologista con sus supersticiones y oscurantismo.

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#2
-
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No a los residuos imperecederos durante 30 millones de años. No a dejar bombas atómicas en manos privadas, cuyo único objetivo son los beneficios económicos y la peor inversión es la del mantenimiento.

Puntuación -1
#3
Don Neutrino
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Es inútil, en este país está tan arraigada la idea de que lo nuclear es malo, que no hay nada a hacer. Antes moriremos ahogados en humo y con un recibo de la luz carísimo que aceptar que la energía nuclear es imprescindible y que hay aumentar su uso. Pero repito, es inútil.

Puntuación 3
#4
Mal, querido profesor, mal.
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Profesor Velarde, no hable de lo que no sabe, Vd no es físico, consulte Vd con el Prof Carlo Rubbia, Premio Nobel de Física, que él sí sabe y creo que prefiere las energías renovables, entre otras, la energía solar. Pero por decencia intelectual Vd debe consultarle y depués, si quieren, escriban Vds dos juntos un artículo; de lo contrario es como si el Prof Rubbia escribe un arículo de economía.

Puntuación -7
#5
forrest gump
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El tema no es nuclear si, nuclear no. Es un problema de mix energético

En un mix coherente la nuclear puede estar en torno al 25% aproximado

Las centrales que tenían que que estar cerradas muchos años por motivos ecológicos son las de carbón

Puntuación 1
#6