
Ciudadanos propondrá formalmente el próximo lunes una reforma legislativa para que ningún presidente del Gobierno pueda estar más de dos mandatos u ocho años en el poder. La medida fue pactada a finales del pasado verano por el PP y la formación naranja como parte fundamental de un acuerdo que facilitaría los votos de Ciudadanos a favor del entonces candidato Mariano Rajoy. Aquél fue el contexto en se llegó a un pacto que ahora aflora pidiendo paso entre los titulares de la actualidad.
Hasta que conozcamos todos los detalles, la explicación que hasta ahora han dado los portavoces de este partido resulta incompleta. Para llevar a cabo este cambio parece necesaria una reforma constitucional, que debería incluir un acuerdo de Estado entre la mayor parte de las fuerzas parlamentarias en otros aspectos igualmente importantes, si no decisivos, de nuestra arquitectura legislativa. Si alguien ve posibilidades de que en el actual momento político se consiga algo parecido, que lo diga.
La reforma limitada que Ciudadanos ha atisbado implicaría tan solo un cambio en la Ley del Gobierno, añadiéndole una "causa de ineligibilidad" que impediría a nadie ser elegido para más allá de los ocho años marcados en esta propuesta. No siendo el cambio mediante una reforma de la Constitución, en caso de que eso sea posible, la modificación estaría expuesta a constantes derogaciones y aprobaciones en las próximas décadas, dependiendo de la mayoría que ostentara el presidente de turno y de sus deseos de presentarse a la reelección más allá de esos ocho años.
Siendo una propuesta para demostrar la generosidad de quienes se lanzan a conquistar tan alta responsabilidad, quedaría completa si en ella se incluyeran otros cargos de Gobierno o incluso administrativos. ¿Por qué un presidente no puede estar más de ocho años en La Moncloa y cualquier otro dirigente puede coleccionar años y años en diferentes ministerios?. ¿Por qué hay alcaldes que llevan décadas sujetando el bastón de mando?. Más allá aún: ¿es conveniente que un diputado o concejal extienda su representación en la cámara para la que ha sido elegido más de dos legislaturas? Si no se completa esta reforma, encontraremos casos como estos con gran facilidad, mientras al máximo exponente del Ejecutivo le privamos del mismo privilegio.
La iniciativa de Albert Rivera y los suyos parece más encaminada a crear la sensación de que su formación marca la agenda política de la reentré de septiembre, que condiciona los movimientos y las declaraciones del Gobierno y demuestra su utilidad regeneradora. Cosa que, con esta proposición, ha logrado.