En la actualidad, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades. Esta cifra se incrementará previsiblemente hasta alcanzar el 70% en 2050. Con esta perspectiva, el sector de los materiales de construcción tenemos el compromiso de contribuir a la consolidación de un paradigma de construcción eficiente energéticamente y sostenible durante todo el ciclo de vida.
La eficiencia energética de las soluciones constructivas en la edificación debe ofrecer un aumento del rendimiento de las instalaciones, minimizando el consumo energético de las mismas, respetando así el medio ambiente y contribuyendo a la correcta gestión de los recursos naturales.
Conceptos como casas de energía positiva, eco construcción, arquitectura sostenible, ya no son retos inalcanzables, sino realidades que empiezan a poblar nuestras ciudades.
En España estamos realizando importantes avances en este campo y ya somos, tras Suecia y Alemania, el tercer país europeo en número de certificados sostenibles LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), por delante de países como Italia, Finlandia y Reino Unido.
Pero todavía queda mucho camino por recorrer para alcanzar un equilibrio entre soluciones de construcción sostenible, innovación y excelencia arquitectónica. En los edificios, la actividad humana consume el 40% de la energía y emite, aproximadamente, un tercio del CO2 a nivel mundial.
De este 40%, el 90% de consumo energético de la vivienda se produce durante su utilización (calefacción, iluminación, aire acondicionado?) y el 10% restante está vinculado al proceso de elaboración de los materiales empleados y al proceso de construcción en sí mismo. Para ello buscamos materiales más sostenibles que permitan un ahorro de energía en la fabricación del material, en la puesta en obra y en el uso del sistema constructivo del que forman parte.
En nuestro Grupo estamos trabajando en la valorización de residuos, la sustitución de materiales de alto consumo energético como el clínker y el uso de materias primas alternativas, la innovación en nuevos cementos y hormigones, y en la reducción del transporte. Nuestro Grupo se ha fijado una reducción del 40% en las emisiones de CO2/T de cemento para el 2030 (con respecto a niveles de 1990). Y lo estamos consiguiendo.
En cuanto al 90%, la directiva europea 2010/31 sobre eficiencia energética exige que todos los edificios públicos sean de Edificios de Consumo Casi Nulo (ECCN) a partir del 31 de diciembre de 2018 y, que todos los edificios, sin excepción, lo sean a partir del 31 de diciembre de 2020. La eficacia térmica del hormigón y sus propiedades hacen posible reducir el consumo energético de la media de 200 kWh/m2 año (calificación energética E) hasta 50 kWh/m2 año (calificación B). Si añadimos además la activación térmica de la estructura o la autogeneración de energía, el consumo cero es posible.
La concienciación del sector y de la sociedad en general, es clave para que se produzca una progresión en la oferta y la demanda de soluciones eficientes, tanto en nuevas construcciones como en la mejora y rehabilitación de edificaciones ya existentes.
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