
No se puede estar exigiendo continuamente sacrificios a los ciudadanos y que el alivio fiscal no llegue nunca. En España, las subidas de impuestos comenzaron con el PSOE en 2010. Posteriormente, el Partido Popular de Rajoy y Montoro sólo realizó una promesa en la campaña electoral de 2011, que no subiría los impuestos. La realidad fue muy distinta, ya que entre 2012 y 2013, el PP realizó las mayores subidas de impuestos de la democracia.
Solo en el ámbito de los impuestos gestionados por la Agencia Tributaria, la subida de impuestos fue de más de 23.000 millones de euros. Entre el PSOE y el PP subieron impuestos, en lo peor de la crisis, por más 40.000 millones de euros al año. Esto era pura política fiscal inoportuna y procíclica, aunque sus economistas de cabecera nunca lo reconociesen.
Pese a estas subidas masivas e indiscriminadas de impuestos, los gobiernos del PP y el PSOE no cumplieron nunca el objetivo de déficit entre 2008 y 2016. Sin embargo, el objetivo más exigente, el de 2017, parece al alcance de la mano. Una de las razones fundamentales por las que Ciudadanos apoyó las cuentas de 2017, que es la razón por la que tenemos presupuestos, es que nos parecieron creíbles. De momento, además, los números de recaudación son muy alentadores. Según el último informe mensual de recaudación, los ingresos tributarios homogéneos están creciendo a un ritmo muy superior al previsto, al 9%, la tasa más elevada desde antes de la crisis.
Ahora bien, a muchas empresas y ciudadanos todo esto puede parecerles poco importante. En la España del PP y en la del PSOE, siempre es un buen momento para subir los impuestos. En cuanto a las rebajas de impuestos, "zanahorias" en terminología de Montoro, sólo se pueden realizar en momentos preelectorales. Sin embargo, en Ciudadanos creemos que la forma de combatir la desafección y el populismo es que los contri- buyentes sean los primeros beneficiados, y no los últimos cuando las cosas comienzan, por fin, a ir mejor. No puede ser que si la recaudación va mejor se aproveche para despilfarrar, ni tampoco que tratemos a los españoles como conejos, a los que engañar con una zanahoria.
La condición de Ciudadanos
Por eso, Ciudadanos puso una sola condición para apoyar el techo de gasto y los objetivos de déficit del Gobierno: una rebaja del IRPF de 2.000 millones de euros. Efectivamente, al lado de las subidas masivas e indiscriminadas de impuestos del PSOE, y especialmente del PP, no es tanto. Sin embargo, es lo que nosotros considerábamos que se podía asumir sin poner en riesgo la estabilidad presupuestaria y los objetivos de déficit de 2017.
Por supuesto, como nos temíamos, y como es público y conocido, el PP de Montoro y Rajoy se negó en un primer momento. Inmediatamente, el ministro Montoro intentó conseguir el apoyo o la abstención del PSOE. De hecho, Montoro llegó a admitir que el PSOE le vetase, y la delegación socialistase reunió con los secretarios de Estado de Hacienda y Presupuestos.
Sólo cuando el PSOE y Podemos anunciaron oficialmente que votarían en contra del acuerdo de techo de gasto, y sólo entonces, el PP cedió a la rebaja de impuestos que promovíamos. Fue, para qué negarlo, una doble satisfacción: España necesita estabilidad, y por tanto aprobar el techo de gasto, llave de los presupuestos. Pero España también precisa que los ciudadanos, especialmente los que más dificultades tienen para llegar a fin de mes, y los colectivos vulnerables, tengan un alivio fiscal cuanto antes.
Nuestra propuesta de rebaja fiscal permitirá que los contribuyentes que ganan entre 12.000 y 14.000 euros dejen de pagar el IRPF. Esto puede suponer para un contribuyentes soltero que gane 1.000 euros brutos al mes en catorce pagas una rebaja de impuestos de 761 euros al año. Por otra parte, los contribuyentes que ganen entre 14.000 y algo más de 17.000 euros también experimentarán una mejora en el IRPF que pagan. Por otra parte, los contribuyentes que tienen cónyuge con discapacidad a cargo, o bien ascendientes ancianos a cargo, o algunas familias numerosas tendrán una deducción de hasta 1.200 euros en su cuota del IRPF. Estas deducciones funcionan como un "impuesto negativo", es decir, se pueden cobrar incluso aunque el ciudadano no tenga cuota a pagar de IRPF. Esta solución de "impuestos negativos" permite una política social más efectiva, ya que no favorece la economía sumergida, como otras fórmulas de subvención ligadas a no realizar un trabajo remunerado.
Por otra parte, la reducción de impuestos a los trabajadores de menores ingresos, conjuntamente con el complemento salarial garantizado, que también ha conseguido Ciudadanos, reduce lo que se denomina la cuña fiscal del trabajo. Esto significa que hace más atractivos los empleos de los trabajadores a los que el mercado les reconoce una menor productividad, sin incrementar los costes de las empresas. Esto se traduce en mejora de la competitividad de las empresas y de la productividad general de la economía.
Para Ciudadanos, esto sólo es un primer paso: queremos realizar una rebaja del IRPF a todos los contribuyentes españoles, que soportan uno de los impuestos sobre la renta más elevados de la OCDE. Otros partidos solo piensan en cómo subir impuestos, nosotros en Ciudadanos creemos, por el contrario, que se merecen un alivio fiscal que, afortunadamente, ya ha comenzado.