El Congreso ha dado permiso a Pablo Iglesias para seguir haciendo su programa en una televisión que paga Irán, un país donde sus leyes condenan a los homosexuales a morir colgados de una grúa en estadios abiertos al público. Pero Pablo Iglesias fue el más aplaudido de los políticos en la manifestación del World Pride.
El Partido Socialista dice -ahora, porque ha dicho muchas otras cosas- que España es una nación de naciones, pero asegura que no será necesario modificar la Constitución, que asegura que sólo hay una nación. Está consignado también en la Carta Magna que la soberanía es única e indivisible, pero los alcaldes de Pedro Sánchez se declaran dispuestos a poner urnas para el referéndum separatista de Carles Puigdemont.
Ciudadanos se ha aventurado a tomar la iniciativa para regular la maternidad subrogada, lo que comúnmente se conoce como vientres de alquiler. Las mujeres que den a luz a esos hijos no serán sus madres, a pesar de haberlos parido. Por cierto, no pueden tener antecedentes penales, cosa que no les exige a los que tendrán la tutela de los bebés. La ley prohíbe al ministro de Hacienda conocer las actuaciones de la inspección contra personas concretas, con el fin de proteger su intimidad.
Lo ha dicho Cristóbal Montoro, contra las cuerdas por las acusaciones de su antaño compañero José Manuel Soria. El ministro ha advertido a periodistas, artistas, futbolistas, medios de comunicación, al propio Soria por sus cuentas en paraísos fiscales... y hasta a Juan Carlos Monedero, que estará sumamente agradecido, porque ese aviso le permitió regularizar voluntariamente su situación fiscal antes de que la Agencia Tributaria le abriera un procedimiento... Esta es sólo una de las fotos fijas que pueden hacerse de la España oficial. Y algunos todavía se preguntan por qué está cada vez más alejada de la España real...