
Tesla ya tiene listo el llamado Model 3, es decir, su vehículo más barato con una autonomía de 345 kilómetros y un precio de cerca de 35.000 dólares, es decir, 30.600 euros sin incluir subvenciones. El fabricante estadounidense anunció que comenzaría la producción a mediados de 2017 y ha conseguido llegar al hito marcado, lo que supone que podrán comenzar las entregas de las cerca de 400.000 unidades prereservas desde el año pasado.
BMW, por su parte, prepara también un Serie 3 para disputarse este mercado con el productor estadounidense que estará listo, en principio, para 2019. Audi, Aston Martin y así prácticamente todos los fabricantes de vehículos esperan un incremento de la competencia en el vehículo eléctrico como antesala del boom en ventas que se espera que se produzca conforme los precios sean más competitivos y mucho más accesibles los puntos de recarga. En España, por ejemplo, contamos ya con cerca de 1.600 puntos de recarga públicos pero seguimos fuera de la Electric Vehicle Iniciative creada en 2009 para impulsar este tipo de transporte. Estados Unidos, China, Japón o Canadá si que están en la misma junto con el apoyo de la Agencia Internacional de la Energía. Noruega, Holanda, Francia o Reino Unido ya tienen un 1% de sus vehículos completamente eléctricos y España se espera que los alcance en 2020.
En 2016 había en circulación dos millones de vehículos eléctricos en el mundo, lo que supone un incremento de 750.000 unidades en apenas un año, es decir, un crecimiento exponencial. Las previsiones cifran en 20 millones los coches eléctricos en circulación para 2020 en el mundo pero la electrificación del transporte apenas sirve de nada si a la vez no se suma un mix de generación limpia. La calidad del aire se está convirtiendo cada vez más en una necesidad y acabará exigiéndose como un derecho.