
Es algo indudable que se debe seguir con atención la evolución e implantación de estos instrumentos de inversión, pues es un hecho incontestable que las criptomonedas pueden hacer variar el mundo de las Finanzas. Se dice que las monedas virtuales o criptomonedas tuvieron su origen en el año 2009 de la mano de un japonés, Satoshi Nakamoto, del que se ha llegado a pensar que no es una persona, sino un colectivo. La primera moneda virtual se denominó Bitcoin. Y la motivación para su creación fue que dicha moneda no estuviera controlada por ningún Estado, ni tampoco entidad financiera alguna.
Una criptomoneda bien puede ser considerada, sin duda alguna en la práctica, como parte de lo que se viene entendiendo, generalmente, como dinero, ya que puede llegar a ser utilizada para realizar pagos. También es posible que sea una manera de poder depositar la riqueza que se posea. Por lo que, indudablemente, bien se pudiera llegar a encuadrar dentro de lo que es considerado como M1.
Se debe decir que las criptomonedas no pueden ser adquiridas físicamente y, por lo tanto, también se debe tener presente que requiere de una "cartera digital" donde podamos almacenarlas, pues sólo así se puede atesorarla. Las maneras de poder obtener estas monedas virtuales son creándolas y, también, intercambiándolas. A esa creación de criptomonedas se le denomina, habitualmente, minería. Y se realiza a través de complejos algoritmos encriptados, que permiten realizar su creación.
Las monedas virtuales se utilizan para poder atesorar, a través de ellas, la riqueza y también, claro está, para utilizarlas como moneda de cambio para poder realizar pagos de bienes y servicios.
Se debe tener presente que desde que se creó la primera moneda virtual su número se ha ampliado ingentemente, y en la actualidad, existen ya más de ochocientas diferentes. Por citar tan sólo algunas de las más antiguas y exitosas, sin ánimo de ser exhaustivo, señalaré éstas:
- Litecoin (2011): basada en otra función criptográfica (Scrypt).
- Namecoin (2011): que aportó la descentralización de los DNS para una menor trazabilidad y, en consecuencia, anonimato.
- Peercoin (2012): como un sistema híbrido POW / POS.
- Dogecoin (2013): que empezó como una broma y se ha convertido en una criptomoneda exitosa.
Hay que destacar que en febrero del año 2011, el Bitcoin consiguió la paridad con el dólar y se consolidó como moneda de intercambio virtual. No se debe pasar por alto que en octubre del año 2013 se crea ya el primer cajero de Bitcoin en Vancouver (Canadá). Y en noviembre del 2013, su cotización frente al dólar americano supera ya los 1.000 dólares. Aunque un mes más tarde, en diciembre de 2013, sufrió en su cotización una caída que situó su tipo de cambio a 600 dólares. El motivo fue la prohibición, en algunos países, de su comercialización. En el año 2015 llegó a cotizar a 235,69 Dólares. Hoy se cree que el volumen diario negociado de las criptomonedas puede superar, con creces, los doscientos millones de euros.
Hay que tener presente que el Fincen (Financial Crimes Enforcement Network) redactó un documento en el que se concluía que se consideraba a las criptomonedas como un medio de intercambio monetario que puede llegar a operar como dinero, pero que, evidentemente, no posee los atributos reales del dinero tradicional, y por lo tanto, lógicamente, tampoco se puede llegar a considerarlas como dinero legal.
Fincen considera a los sitios de intercambio de dinero digital tan sólo como negocios de servicio de dinero. Y a tenor de todas estás controversias, sobre todo en relación a la seguridad jurídica, se tiene que tener bastante cuidado con las criptomonedas, ya que esa falta de normativas que dejen bien esclarecido su manera de proceder, para que no haya dudas en cuanto a ello, puede hacer que los poseedores de dichas monedas virtuales tengan sorpresas no deseadas.
Además, el gran número que existe de tipos de moneda virtual provoca sin duda un esparcimiento de sus objetivos e intereses que no ayudan en modo alguno a poder llegar a conseguirlos, como consecuencia de no existir un claro instrumento de inversión. Y sin la eliminación también de esa dispersión creo que realmente no podrá, al final, consolidarse como un instrumento financiero alternativo válido. Pues estoy absolutamente convencido, hablando abiertamente, que si esta moneda virtual llega a vencer estos problemas que le rodean será, sin duda alguna, un elemento que provocará de manera indefectible que los núcleos de poder económico actual varíen, sustancialmente. Y que ello incluso haga cambiar el equilibrio económico-financiero, que existe en estos momentos, en nuestro mundo.