
La semana pasada, el Congreso aprobó los presupuestos generales del Estado. La tramitación fue la más accidentada que se recuerda, debido fundamentalmente a la oposición radical de algunos partidos: Podemos, el PSOE podemizado y los partidos separatistas.
Esto incluyó no sólo votar en contra en el debate de totalidad, sino presentar miles de enmiendas, transaccionarlas en el último minuto, solicitar centenares de votaciones separadas. En los próximos artículos de este espacio iré contando todo esto. Hoy, empezaré por contar el precio que hubiésemos pagado todos los españoles, no sólo ni mucho menos Montoro y Rajoy, de no tener cuentas.
En primer término, si no hubiésemos tenido Presupuestos, no hubiese habido nuevas obras e inversiones. Todos nos podemos quejar del nivel de inversión de los nuevos presupuestos, pero tengamos claro que en esta vida hay que elegir: o mejoramos la financiación autonómica y, además terminamos con los recortes en Sanidad, Educación y Servicios Sociales, que es lo que hacen estos presupuestos, o bien aumentamos la inversión en ladrillo, en un país donde tenemos polideportivos vacíos y una exclusiva mundial de los viejos partidos: los aeropuertos peatonales o aeropuertos sin aviones.
En cualquier caso, claro que hay que apostar por mejores inversiones, pero seamos claros, sin presupuestos hubiese habido prórroga y no nuevos proyectos: la inversión hubiese quedado reducida a mínimos.
En segundo lugar, sin nuevas cuentas, las Comunidades Autónomas hubiesen dejado de recibir 5.583 millones de euros en entregas a cuenta. Esto supondría que hubiesen dispuesto de un 6,4% menos de recursos. Como las Comunidades Autónomas, y en muchas de ellas gobierna el PSOE en alianza con Podemos, han incluido en los presupuestos de todas ellas estos nuevos ingresos, esto supondría incumplimiento del déficit en las CCAA y recortes desordenados de emergencia en Sanidad, Educación y Servicios Sociales.
Por cierto, los gobiernos autonómicos del PSOE en Andalucía o Asturias han pedido responsabilidad a Ciudadanos para que aprobemos sus presupuestos- responsabilidad que sólo parecen tener, a veces, si están en el Gobierno
No se les está regalando nada a las CCAA, estas cifras no son más que aplicar los porcentajes que les corresponden a las CCAA: el 50% del IRPF, el 50% del IVA y el 58% de los Impuestos Especiales. Si no se les pagasen estos importes ahora, por no haber dispuesto de unos presupuestos para pagarlos, entonces se haría dentro de dos años en la liquidación.
Menos crecimiento y recaudación
Pero los ciudadanos necesitan que los servicios públicos sigan funcionando y que no haya nuevos recortes este año. Y conviene tener claro que de no haber habido cuentas, tanto el crecimiento económico como la recaudación se hubiesen resentido. En Román Paladino, habría habido más déficit y más paro.
Esto no afectaría a las Comunidades Forales, las únicas cuyos ingresos no se ven afectados directamente por los Presupuestos, sus ingresos fiscales, y el cupo que paga el País Vasco por los servicios no transferidos son una cuestión distinta. Efectivamente, hay un pacto de actualización, conocido como Cuponazo, y que alguien del Gobierno, o de los partidos que apoyan el pacto, es decir el PP, el PNV o el Partido Socialista de Euskadi, deberían explicar en el Congreso a todos los españoles.
En tercer lugar, si no hay presupuestos, hay recortes de plantilla en el sector público. Simplemente, hay que tener cuentas, o NO se pueden convocar legalmente oposiciones. Esto afectaría a corto, medio y largo plazo, al funcionamiento de los Servicios Públicos. Además, sería terriblemente negativo para el proyecto vital de muchos de nuestros jóvenes que están opositando para cubrir una vacante que necesitamos cubrir, por ejemplo, en sanidad.
En cuarto lugar, el Gobierno ha llegado a un acuerdo con las centrales sindicales, CCOO, UGT y CSIF para una consolidación del empleo público, que tampoco tendrá lugar si no hay presupuestos. Sistemáticamente, los gobiernos del PP y el PSOE siguiendo en este punto la herencia del régimen franquista, convocaron menos plazas de las que necesitaban para cubrir los puestos de trabajo en el Sector Público.
Esto supuso la creación de bolsas ingentes de interinos, de personas que trabajaban para todos los ciudadanos, y cuya función es necesaria, pero que tenían el puesto de trabajo en el aire: los precarios del sector público, los interinos.
Esto no sólo lo hemos criticado nosotros, Ciudadanos, sino que ha sido objeto de una condena por parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Ahora los Presupuestos establecen un sistema para ir convirtiendo estos interinos, que en muchos casos han superado parcialmente pruebas selectivas, en fijos, con el compromiso de las Administraciones de reducir y mantener sustancialmente la tasa de temporalidad. De nuevo esto hubiese quedado en agua de borrajas si no hubiese habido presupuestos.
Para terminar con la crónica de gravísimos problemas que generaría habernos quedado sin presupuestos, hay que señalar que si no hubiese presupuestos, la Seguridad Social no podría pagar las pensiones. Señalaba el Secretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal, que el Tesoro garantizaba el pago de las pensiones, y no puedo estar más de acuerdo con él. Sin embargo, hay que dar instrumentos para que el Tesoro pueda hacerlo. A día de hoy, los ingresos por cotizaciones no cubren los pagos por pensiones, por esa razón, la Seguridad Social tiene un déficit previsto del 1,4%, unos quince mil millones de euros.
Con la legislación en vigor, la Seguridad Social sólo puede disponer del 3% del fondo de reserva de la Seguridad Social, que no da para cubrir el déficit: El fondo de reserva tenía 15.020 Millones a 31/12/2016. Aunque hay algunos expertos en otros partidos en hacer cálculos del 3%, aquí nos limitaremos a la aritmética elemental: el 3% de 15.020 millones son 450 millones y no son suficientes para cubrir un desfase de 15.000.
Por esa razón, en estos presupuestos se establece una disposición del Fondo de Reserva de 7.300 millones y un préstamo del Tesoro de 10.192 millones de euros. En fin, no poder pagar las pensiones en diciembre no era una opción, y los partidos que se han opuesto a los presupuestos con todas las armas a su alcance lo sabían.
En fin, Ciudadanos ha apoyado estas cuentas porque responden a un pacto con el PP, que permite no subir los impuestos, acabar con los recortes e invertir más de 4.000 millones en políticas naranjas. Creemos que es un buen acuerdo, pero incluso para los que no lo compartan, y crean que lo que hay que hacer es subir los impuestos a la clase media, debían haberse pensado antes de realizar una oposición irresponsable y destructiva porque las consecuencias del NO eran muy graves, como hemos visto.
En el próximo artículo, hablaremos de otra consecuencia obvia del 'NO', la prórroga de las chapuceras y electoralistas cuentas que todavía padecemos.
Francisco de la Torre Díaz. Diputado y portavoz de Hacienda de Ciudadanos.