Firmas

Viejas ideas

  • El nuevo 'tramabús' evoca el mismo concepto que el de la ya manida casta

Desconozco si la causa es la purga de Errejón, enviado al matadero de la Comunidad de Madrid donde le esperan con los dientes afilados, pero lo cierto es que a los correligionarios de Iglesias se les están acabando las ideas. En el peor de los momentos, cuando ha comenzado a cerrarse esa ventana de oportunidad que tan bien supieron ver cuando la crisis comenzaba a hacer mella en el bolsillo y en el tan querido Estado de Bienestar de los españoles.

Su penúltima iniciativa, la de cargarse la misa de La 2, fue todo un éxito, pero para TVE. Y, si quedaba alguna duda de que con la religión no se juega, ahí están las imágenes de la pasada Semana Santa, en las que las calles de las grandes ciudades de Andalucía o Castilla se han visto desbordadas al paso de las procesiones. Al margen de la meteorología, que ha jugado a favor, hay todavía muchos católicos en España y muchos más que, aunque no sean de misa diaria, sienten como propias unas tradiciones y una cultura de hondas raíces cristianas, por más que la izquierda radical trate de negarlas.

Así que, como con la Iglesia han topado, han cambiado de tercio y tiran de otro de sus clásicos: la trama. Una idea suya, pero vieja al fin y al cabo. Por más que traten de disimular, evoca el mismo concepto que el de la ya manida casta. Por cierto, dicen que lo que tratan de denunciar es el capitalismo de amiguetes, pero han olvidado la foto del correligionario Espinar, que un piso con plusvalía asegurada no se lo dan a cualquier universitario a menos que venga recomendado por un poderoso papá.

Pero lo mejor de todo es que no se les haya ocurrido nada mejor que emular a los de Hazte Oír, que tanto han criticado. A pesar de todo, sospecho que, aun con el permiso de Carmena y el altavoz que le brindan las teles amigas y las quejas de los ofendidos por verse retratados, el vehículo no tendrá mucho recorrido. No se puede sorprender todos los días, qué le vamos a hacer. A lo mejor, para recuperar la imaginación, tienen que volver a la universidad a estudiar.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky