
Ya son tres los candidatos a las primarias socialistas. La lógica favorece a Susana Díaz, que el día 26 de marzo oficializará su candidatura. Antes se habrá aprobado la ponencia política del PSOE cara al Congreso. Con ello la andaluza se convertirá en la candidata "oficial" de la gestora.
Pedro Sánchez, sin embargo, es el contra-oficial, el outsider, quiere representar la militancia enfadada con el aparato; la tendencia izquierdista. En estas semanas ha sido el que más ha convocado en sus mítines; eso ha provocado una sensación de que podría ganar. Patxi López es la "tercera vía".
Los tres candidatos se declaran adversarios del PP, pero la percepción sobre ellos varía. A Sánchez se le asigna una estrategia de alianza con Podemos para sacar a Rajoy del Gobierno; su otro punto débil en la militancia más centrista es que esa alianza de vía libre al Referéndum catalán.
A Susana Díaz se la visualiza como la artífice de la Gestora y se supone que su estrategia no cuenta con Podemos, al que arrinconaría como Felipe González hizo con IU. Ese es su flanco débil en la militancia más radical, que quiere vencer al PP con una alianza de izquierdas.
Patxi López es el candidato de algún aparato autonómico, quizás el de Euskadi. Independientemente de su programa, el vasco quiere representar la moderación entre los otros dos. No obstante, hay analistas que consideran al exlendakari un apoyo a Susana Díaz para restar votos a Sánchez; y vaticinan que si esta ganase a Patxi entraría a formar parte del aparato en "pago de los servicios prestados" y para dar la sensación de unidad al electorado socialista.
Gane el que gane, el PSOE necesita tiempo para reconstruir su oferta electoral. Rajoy lo sabe y esperará que lo haga Susana para mantener el equilibrio institucional que ha funcionado desde la transición. Aunque, un hipotético triunfo de Sánchez sería una buena excusa para anticipar elecciones y pillar al PSOE por sorpresa.