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Primero Clinton, ahora Macron

  • El ciberespionaje permiten manipular las voluntades de los votantes
Emmanuel Macron. Foto: Reuters.

En los primeros días del pasado enero, apareció un informe de los servicios de inteligencia estadounidenses acusando al presidente Vladimir Putin de haber influido en el sentido del voto a favor del actual presidente, Donad Trump. Un informe de 25 páginas, accesible desde Internet, explica con cierto detalle las actividades rusas para manipular las últimas elecciones. Se trata de un documento desclasificado que alude a otro más completo que se mantiene confidencial. El informe, según se explica, ha sido elaborado conjuntamente por la CIA, el FBI y la NSA. Indicando a su vez que aparecerán nuevas informaciones sobre "ataques cibernéticos" rusos dirigidos a inclinar la balanza política americana en el sentido que, al parecer, más les favorece. Según este informe, los servicios de inteligencia rusos consiguieron información muy completa de los consejos electorales de múltiples estados y condados; a lo que se añadió una máquina de propaganda dirigida desde Rusia para influir en las decisiones de los votantes a través de Internet. Rusia usó además otros canales, como fue la emisora de televisión RT América TV, financiada por el Kremlin y operada desde EEUU, que según se asegura pone en cuestión continuamente la política americana en relación con su calidad democrática y la defensa de los derechos civiles. Un medio que tiene casi 900 millones de visitas en YouTube, superando con mucho a CNN International y a BBC World.

Saltando de continente, esta misma semana, el diputado del Partido Socialista francés De Finisterre ha vuelto a la carga en una tribuna publicada en Le Monde, denunciando este nuevo fenómeno, según el cual un Estado extranjero trata de desestabilizar la balanza electoral en perjuicio del candidato socialista Emmanuel Macron. Un candidato que pretende hacerse con los votos de derecha e izquierda para evitar el ascenso a la presidencia de la República francesa de la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen. El movimiento En Marche, que defiende al candidato Macron, ha ido más allá, y asegura que hackers rusos están detrás del bloqueo de su portal que, en concreto, este martes fue inaccesible durante nueve minutos. A lo que se añade la política informativa de otros medios financiados por el Kremlin, como son Russia Today y Sputnik, cuyas opiniones en lengua francesa difunden rumores en contra del candidato socialista. Un candidato que, desplazado de momento François Fillon por sus corruptelas familiares, se presenta como la solución a los problemas que aquejan a Francia. Una situación que se ha complicado en los últimos días por los múltiples conflictos y violencias que han surgido en muchos lugares cercanos a París. Hecho que favorece la posición de los políticos a la derecha en contra del candidato socialista, y especialmente a Marine Le Pen que cuenta en los últimos sondeos con el 27% de intención de voto, muy por delante de Macron (21%) y de Fillon (20%). Un partido, el Frente Nacional de Le Pen, que está supuestamente soportado financieramente por Rusia.

De ahí el suma y sigue en contra del gigante ruso por sus supuestas manipulaciones de las intenciones políticas mediante el concurso de Internet.

Lo primero que salta a la vista de todo este enredo es la importancia del ciberespionaje y el uso de Internet como medio para manipular las voluntades de los votantes o de los consumidores. Hecho último este que, ya en 2014, causó un escándalo en EEUU, cuando se demostró que era factible orientar las emociones de miles de personas sin necesidad de entrar en contacto con ellas. El experimento, llevado a cabo por profesores de Cornell y la Universidad de California, se realizó sobre una muestra de 689.003 usuarios de Facebook con el sorprendente resultado de que las emociones se pueden contagiar. No resulta sorprendente, por tanto, que aquellos países con capacidad para ello sean capaces de poner en marcha cambios sociales o políticos de gran envergadura, como parece que ha sido el caso en EEUU. Un segundo aspecto a considerar tiene que ver con las potentes capacidades tecnológicas de Rusia y de otros países para introducirse en los sistemas informáticos de sus oponentes vía Internet. Capacidades que también tienen otros muchos actores que realizan actualmente las más variadas acciones de ciberdelincuencia. Un capítulo que económicamente supera hoy los 2 billones de dólares anuales: algo así como el PIB actual de Francia.

No cabe duda de que hemos entrado en una nueva época. Internet es el medio para torcer las voluntades y conseguir más poder, ya sea económico, político o social. Pero hay más, internet es hoy el Gran Hermano que puede manipular los comportamientos de una sociedad vulnerable, que ha perdido la capacidad de análisis y se mueve de acuerdo a los cambiantes 140 caracteres de Twitter o según las decenas de informaciones, muchas veces falsas, que circulan por las redes sociales. Esto lo saben bien quienes tratan de controlar a las personas a través de todo el entramado de Internet, y pueden hacerlo.

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