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Los tres dilemas que afrontó el presidente

  • Repartir poderes en las carteras económicas, lo más difícil

Una dinámica de equipo, conocida como 'team building', suele integrarse por una serie de actuaciones básicas, como la interacción entre personas de diferentes rangos, departamentos, divisiones o escalafones; la competición entre equipos; y la búsqueda de líneas comunes para conformar un todo en el que cada actor tenga asignado el papel que más rentabiliza el trabajo conjunto potenciando, al mismo tiempo, sus capacidades.

Una tarea nada fácil, que, si la elevamos al diseño y composición del engranaje gobernante, justifica lo que ayer comentaban a elEconomista fuentes próximas a La Moncloa. Mariano Rajoy ha postergado la designación de su Gabinete porque enfrentaba tres dilemas: uno, mantener el equilibrio político dentro del Gabinete; dos, resolver esa misma diatriba en el conglomerado de carteras económicas; y tres, buscar la ubicación idónea para sus más fieles.

El primer punto se resumía en diseñar una situación en la que fuesen colmadas las aspiraciones tanto de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, como de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. No era, a priori, el aspecto más complicado de los muchos que el 'sudoku' gubernamental exigía, según las mismas fuentes.

Pero se sumaba al segundo punto, más dificultoso para un Rajoy que buscaba reconocer hitos de Luis de Guindos como la reforma financiera y volver a rentabilizar la visibilidad adquirida por éste en la negociación con Bruselas. De hecho, el reparto y balance de poderes en las carteras económicas fue el aspecto que más quebraderos de cabeza brindó a Rajoy, porque la coexistencia del titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, con el de Economía, Luis de Guindos, sin diferencia de rango se tornaba inviable, precisamente en Departamentos relacionados y obligados a entenderse.

Ahí entró en juego la reflexión sobre una Vicepresidencia y también la pieza de la Comisión Delegada, como una posible distinción que haría de De Guindos un ministro con atribuciones superiores no sólo a las de Montoro, sino a las del resto de los destinados a Departamentos económicos, entre los que se especulaba con los hermanos Nadal.

El tercer punto engloba varios de los elementos propios de la gestión de equipos: la ubicación de los más afines y el reconocimiento a sus esfuerzos pasados. Así, al cierre de esta edición, se daba por segura la continuidad en el Ejecutivo de Isabel García Tejerina, Íñigo Méndez de Vigo, Rafael Catalá, Fátima Báñez y Soraya Sáenz de Santamaría. También se apuntaba que resolver el destino de José Manuel García-Margallo y Jorge Fernández Díaz era una de las vacilaciones que mantuvo el presidente hasta el último momento.

Optó Rajoy, ante estas difíciles disyuntivas, por un silencio astronómico. "Los interesados se enterarán en el último minuto", aseguraban ayer fuentes próximas. Hoy se rompe, con nuevas caras y alguna cartera diferente, el sigilo presidencial tras una dinámica de grupo que duró 320 días.

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