
¿El resultado de los test de estrés de la banca española tranquiliza? Dicen que superan con mucho el ratio de capital de calidad del 5,5% incluso en escenarios adversos. ¿Y qué? Siempre me han llamado la atención las crisis bancarias. En un sector tan regulado como el bancario, con supervisores tan expertos, en teoría, como el Banco de España, es extraño que las entidades entren en dificultades.
¿Por qué los inspectores del regulador no anticipan las tendencias hacia el desastre y se reconduce la situación? Para mí es comprensible. Los números no dicen nada, son fríos y, cuando lo dicen, normalmente, ya no hay remedio. En clase explico la diferencia entre un contable y un financiero. El contable es el notario de la realidad; exacto, pero poco útil; certifica que una empresa está quebrada, pero entonces ya no hay nada que hacer. El financiero debía ser el médico preventivo; decir lo que va a ocurrir si se sigue haciendo lo que conduce al desastre, lo que debía corregir la situación y evitar errores; ese debería ser el trabajo de los inspectores del BdE.
Pero aún es más importante el analista, que tiene en cuenta todas las circunstancias y, dentro de ellas, la naturaleza del management. Los números son solo la punta del iceberg, los procesos la parte intermedia de su masa y las personas que gobiernan el banco su base. El deshielo empieza por la base.
Por eso más que test de estrés me interesan la biografía, la experiencia y la calidad moral de los que dirigen. Un ejemplo: cuando se puso al frente de Bankia al equipo actual escribí que era el momento de comprar sus acciones. En unos meses el beneficio de los inversores se multiplicó. La ejecutoria de los gestores es mayor garantía para los clientes e inversores que los test de estrés, por muy sofisticados que sean. Aunque no está de más que se hagan estos análisis, no por sus resultados, sino porque mantiene conscientes a los profesionales de su responsabilidad.