Firmas

Más vale no lanzar las campanas al vuelo con Bruselas de por medio

  • El Gobierno debe decir ya qué partidas congela para ajustar 2.000 millones
Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda en funciones. Foto: Getty.

Mucho se está especulando sobre la sanción que Bruselas prepara para España. Se dice que o no será o será simbólica, que llevará aparejada una congelación de fondos o que se limitará a una cuantía ínfima, que caerá en julio o que se retrasará a otoño...

Es posible, incluso, que la Comisión se apiade de España y decida conceder un margen de dos años para bajar el déficit del 3%, teniendo en cuenta la situación de ingobernabilidad y la carencia de tiempo material para aprobar ajustes.

Finanzas descontroladas

Ahora bien: parece aventurado pronosticar el escenario más idóneo, es decir, que Europa amplíe el margen para rebajar el déficit y, a la vez, nuestro país evite el estigma de la multa. Mucho más después de que ayer la Autoridad Fiscal AIReF, creada por el Gobierno a instancias de Bruselas, certificara que nuestras finanzas se han descontrolado y apuntan a un desvío de entre el 4,1% y el 4,7%. ¿Las causas? La baja inflación, sí, pero también la rebaja fiscal de IRPF y Sociedades que impulsó el mismo Gobierno que debe aplacar el castigo comunitario.

El Ejecutivo ha hecho méritos para recibir, cuando menos, un severo rapapolvo público. Tras unos años 2012 y 2013 de ferrea disciplina presupuestaria, en 2014 abrió la mano con el anuncio de una rebaja fiscal que las cuentas soportaron en 2015 pero no este año. Antes del 20 de diciembre, además, el equipo de Rajoy al completo pregonó que el desvío pactado del 4,2% se cumpliría, y acusó incluso de alarmar a quienes veían que los números no cuadraban.

Y más aún: la Comisión vio por televisión en marzo a Cristóbal Montoro reconociendo que el déficit se nos había ido al 5,1% y anunciando un duro control sobre las regiones. Control que vinculó el reparto del fondo FLA a la aprobación de Acuerdos de No Disponibilidad que contuvieran el gasto y que a día de hoy solo respeta Extremadura.

Así las cosas, un Gobierno que debía cumplir un déficit del 4,2% en 2015 camina siete meses después con un desfase similar o superior. Mal augurio en plena negociación con Moscovici, al que parece no bastarle la idea De Guindos de obtener 6.000 millones más por Sociedades.

Ya que quien está en funciones tiene las manos atadas para aprobar medidas de calado, solo queda comprometerse al máximo con lo ya anunciado. Caiga quien caiga y cause las batallas políticas que cause. El Gobierno debe explicitar -ya- qué partidas congela para cumplir un ajuste de 2.000 millones.

Debe exigir -ya- que las regiones inejecuten presupuestos por otros 2.000 millones. Debe buscar -ya- respaldo para revertir la rebaja de Sociedades, aún en funciones. Y debe reconocer -ya- que actuó con poco criterio con el déficit de 2015 y no repetirá su conducta. Un lo siento, me he equivocado y no volverá a suceder, dosis de humildad que, seguro, no sobra en la espinosa negociación con los socios europeos.

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