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Precaución en las inversiones en Irán

  • Tener un plan B y firmar sólidas protecciones es lo más prudente

Europa reaccionó expectante al levantamiento de sanciones, agudizando su instinto por la recesión y valorando tanto la oportunidad en ausencia de los EEUU, como la existencia de sus lazos culturales y grandes comunidades de expatriados. España actuó con rapidez enviando una misión comercial con miembros del Gobierno y grandes nombres de los sectores de la energía y las infraestructuras.

El país cuenta con 80 millones de consumidores e industrias nacionales que precisan reinversión. Su Gobierno accederá a miles de millones en forma de activos previamente congelados. Por otro lado, el promedio de las exportaciones anuales de España a Irán se situaba en unos 600 millones de euros antes de las sanciones.

Partiendo de la base de que su negocio sea legal y de que su socio comercial no esté incluido en la designated party list de la UE, tendrá luz verde para invertir. Sin embargo, los bancos europeos siguen recuperándose de las multas de miles de millones de euros impuestas en los últimos años. Si necesita que le aprueben pagos, grandes créditos o seguros, quizá deberá conseguirlo por su cuenta.

Muchas sanciones de EE.UU., siguen vigentes si bien el grueso de los pagos internacionales siempre se ha hecho en dólares y el 98% de las operaciones electrónicas globales siguen autorizándose a través de Nueva York. Cabe la posibilidad de que se impongan sanciones, por ejemplo, al utilizar un chip americano o participar en un consejo de administración un ciudadano de EEUU, o un nacional europeo que conserve una Green Card. Los bancos europeos han sido los más afectados por las actuaciones sancionadas americanas, por lo que no esperamos que se muestren muy participativos.

Aún así, el comercio sigue siendo posible. Algunas empresas han analizado las sanciones y han decidido que el riesgo es gestionable. Han puesto en práctica medidas internas exhaustivas destinadas a evitar que las operaciones se realicen en dólares y cumplir con todo lo previsto en las normas en materia de sanciones. Trabajan con bancos situados en países fuera de la UE como EAU, Turquía, India o China, menos reticentes a apoyar negocios allí, aunque tengan desventajas propias como ser relativamente pequeños.

Otro riesgo es la posibilidad de snapback: si Irán no mantiene sus compromisos, la operación podría quedar anulada, lo que no parece muy probable, incluso después de que Irán haya probado misiles en marzo: el país necesita los recursos y know-how de Europa y, una vez hecha la inversión, los grandes grupos europeos harán los ajustes que resulten necesarios para protegerse. Irán podría incumplir el acuerdo nuclear si queda decepcionado con los avances comerciales. Firmar sólidas protecciones contractuales y contar con un Plan B bien instrumentado -para poder recurrir a una salida rápida que cumpla con las sanciones- es lo más prudente. En general, las misiones comerciales se muestran optimistas y han centrado su atención más en la oportunidad que en los obstáculos. El país ha estado cerrado a muchas empresas europeas durante años, décadas para EE.UU. Los niveles de transparencia son aún pobres. Las infraestructuras comerciales básicas (carreteras o el propio sistema jurídico) requieren ser reconstruidas. La Guardia Revolucionaria de Irán sigue incluida en la designated party list, además de seguir muy presente en sectores de infraestructuras, aviación y telecomunicaciones. Las firmas -preparadas para el coste en y fuera de balance de sus movimientos- deben conocer muy a fondo estas sanciones y las prácticas que pueden desencadenarlas.

Baker & McKenzie plantea esta lista de puntos críticos, que recientemente explicamos a compañías de primer nivel en un seminario organizado en Madrid.

Garantizar el cumplimiento con las sanciones de la UE que siguen vigentes; verificar el posible nexo con EEUU, que pueda acarrear sanciones estadounidenses; considerar la posibilidad de snapback; garantizar una protección contractual para finalizar actividades; comprobar la disposición a apoyarle de su banco y aseguradora; considerar otros riesgos empresariales (ajenos a sanciones); otros países pueden mantener también sanciones contra Irán.

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