Firmas

Es el petróleo, pero no por lo que piensan...

  • El factor disruptivo es la venta masiva de fondos de países petroleros

Llevamos meses buscando explicaciones racionales a la corrección de los mercados desde el pasado agosto. Y parece que el consenso de economistas y estrategas han concluido que dicha corrección anticipa, fundamentalmente, una nueva desaceleración (o incluso recesión) de la economía mundial, al estilo del 2008-2009.

Como indicadores preferidos casi todo el mundo cita al petróleo, las incertidumbres sobre el cambio de modelo económico chino y el riesgo de que Estados Unidos entre en una nueva recesión. Con todo, las bolsas (y algunos mercados de materias primas) parece que están sobre reaccionando, traspasando la frontera tenue que delimita el pesimismo del pánico.

Y lo curioso es que siendo el petróleo el indicador menos adecuado para anticipar tales males (las crisis económicas suelen venir precedidas de fuertes repuntes en los precios del petróleo y de las materias primas, no lo contrario, acuérdense de 2007), nosotros creemos que es la principal razón de las correcciones de las bolsas. Pero no por lo que nos transmiten gran parte de los economistas y "gurús" de la industria financiera.

Una vez más hay que buscar explicaciones fuera del consenso de mercado. Nuestra sensación es que las bolsas globales se están viendo presionadas por un anormal flujo de ventas, más allá de los factores de riesgo comentados. Hay elementos técnicos que tampoco ayudan (e incluso acrecientan la volatilidad, expresión que ya usan habitualmente hasta los empleados del taxi).

Es el caso de la desaparición de la banca, como contrapartida en momentos de exageración de la bolsa, por simples motivos regulatorios. O el creciente uso de modelos de control de riesgos (semi-automáticos) que, buscando reducir el riesgo de los fondos de inversión, acaban acrecentando el problema. Lo que popularmente llamamos ir por detrás del mercado, o simple efecto bola de nieve. Pero creemos que el factor más disruptivo de la crisis bursátil es el masivo proceso de venta efectuado por los fondos soberanos de países productores de petróleo, desde el verano pasado.

El cálculo es muy simple, y lo curioso es que se habla muy poco del tema (sobre todo se cuantifica poco, probablemente estemos ante otro caso de conflicto de intereses de la industria financiera). Los doce mayores productores de petróleo (desde Arabia Saudí, hasta Rusia, pasando por Argelia o Angola) estiman en sus presupuestos para 2016 un déficit fiscal (aquí lo llamaríamos agujero, aunque sería más correcto hablar de cráter) de más de 260.000 millones de dólares. Entre un 10% y un 20% de su PIB.

Cifra relativamente parecida a la que se pudo registrar el año pasado. Presupuestos que se calcularon en 2015, tomando como referencia un precio del barril entre 40 y 45 dólares. Desfase lógico, dado que el petróleo sigue originando más del 80% de los ingresos fiscales de dichos Estados.

El nivel de endeudamiento de estas economías es bajísimo, por lo que absorberán una parte de los déficit de estos dos años (o tres o cuatro, ya veremos) emitiendo deuda. Pero ojo, estimamos que, al menos en un 50% lo absorberán vendiendo una parte del ahorro acumulado en los años buenos. ¿Tienen margen para ello?

Fíjense, se estima que los productores de petróleo tienen acumulados activos financieros, a través de sus fondos soberanos (algo parecido a nuestro menguante Fondo de Reserva de la Seguridad Social) por más de 4 billones de dólares (millones de millones, o trillones anglosajones). Mckinsey, en el año 2009, estimaba que el 52% de dicho ahorro estaba invertido en las bolsas globales. Echen cuentas? Parece que tienen fondos para seguir cubriendo sus desfases, durante muchos años. No sabemos cuánto han podido vender hasta hoy, y tampoco cuánto piensan vender en el futuro (uno de los secretos mejor guardados, lógicamente).

Lo que sí sabemos es que las bolsas entran en tendencia bajista el verano pasado, pocas semanas después de que el petróleo tocara máximos de 2015. Lo que lleva a pensar que fue entonces cuando se inició este proceso tan simple de "hacer caja". Otro indicador de esta probable realidad es la no discriminación o sincronización entre mercados.

Normalmente ,la bajada del petróleo tiene una correlación inversa con las bolsas de países muy consumidores, que no se ha producido esta vez. Y el remate a esta tesis es el sector bancario. El de peor comportamiento desde inicio de año y, curiosamente, donde más presencia tienen estos fondos soberanos (fueron los compradores de último recurso en los rescates de la banca, en 2009 y años sucesivos). Lo malo es la dificultad de determinar cuándo se detendrá este evidente flujo vendedor. Lo bueno es que, sin duda, los mercados están sobre reaccionando por motivos extraordinarios.

Con todo, si los presupuestos de este año están elaborados sobre la base de un petróleo en torno a los 40 dólares, parece que esta referencia puede ser muy válida. Por eso, si el petróleo iniciara una nueva corrección a la baja, nos temeríamos lo peor (mayores ventas). Probablemente, el pesimismo de los mercados acabaría trasladándose a la economía real. Y lo que hasta ahora no parece previsible, es decir, que entremos en un periodo de desaceleración o incluso recesión global, acabe llegando por puro contagio. No es nuestro escenario, ni mucho menos, pero convendrá estar atentos.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky