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El trágala de Cameron debilita a la UE

  • El conservadurismo ha localizado al enemigo exterior que le da ventaja
  • 'New Settlement': los británicos no ganan nada y los europeos pierden

Ruleta rusa más que ajedrez es el juego preferido del premier británico, David Cameron. En Escocia le salió bien. Aunque ya el día después sus separatistas pedían otro referéndum. Un referéndum de secesión, aunque lo pierdan los secesionistas, como es habitual, nunca es el final de la confrontación, siempre es el principio de la victoria de separatistas, que lo reivindican una y otra vez hasta que lo ganan, momento en que termina el juego y su poder deviene absoluto.

A Cameron su juego de la ruleta con la Unión Europea (UE) también le va a salir bien. Le va a salir bien, primero, la semana próxima en Bruselas; después, en el referéndum que él ha propuesto sobre la permanencia o retirada del Reino Unido (RU) en la UE; y, finalmente, en sus próximas elecciones generales, con las que mantendrá el cargo, realizando la conocida vocación de todo político.¡

Lo que al kamikaze Cameron le mueve no es reformar la UE ni mejorar la posición en ella de Gran Bretaña. De hecho, mejorar podría ser tanto comportarse fielmente y pesar más, cuanto también su opuesto, pagar menos. Con la amenaza de pedir el no en su referéndum si la UE no modifica la posición del RU en aquélla, Cameron lanzó un órdago. Así, tras el ok de la UE, el gran héroe Cameron podrá ganar su referéndum y las siguientes elecciones. El añejo conservadurismo inglés se inclina al nacionalismo y al populismo. Ha encontrado al enemigo exterior que le da ventaja en la política interior.

En puridad, lo que Cameron plantea a la UE es inaceptable para ésta. Y, sin embargo, el pasado 2 de febrero 2016 el presidente del Consejo ya anunció su aceptación, que se hará formalmente los próximos días 18 y 19. La Decisión New Settlement for the United Kingdom Within the European Union empieza enumerando las muchas posiciones especiales que el RU tiene en la UE. Tras ello, la Decisión versa sobre gobernanza económica (confirma la exclusión del RU de la unión bancaria), competitividad (propone limitar la tendencia a regular, que coarta al mercado único), soberanía (reafirma el principio de subsidiariedad y da más visibilidad a los parlamentos nacionales) y, finalmente, beneficios sociales y libre circulación (limita los inmigrantes de la UE y los beneficios que reciban). Salvo en este último punto, que recoge lo que el RU y otros países ya practican, la Decisión acordada no contiene verdaderas novedades.

Por consiguiente, lo significativo de ese New Settlement del RU no es su contenido, que es menor, sino que haya sido escrito como fruto de un trágala, y que por tanto abra la vía a reclamaciones iguales o superiores por parte de los demás Estados miembros. Efectivamente, países que puedan considerarse a sí mismos especiales, y políticos que vean en semejantes órdagos a la UE un modo de labrarse un porvenir -a sabiendas de que lo ganarán, sobre todo tras este precedente- son ¡todos! Países nórdicos, del este, del sur, gobiernos populistas, de extrema derecha y de extrema izquierda,partidos estatalistas o liberales, cada quien encontrará su motivo para apelar a una posición especial y bilateral con la UE.

El New Settlement del RU en la UE subvierte la lógica y los principios de la integración europea, que se basa en el consenso, la no discriminación por nacionalidad y la igualdad de trato. Lo contrario a esta lógica es la vía ahora reafirmada: la llamada Europa a la carta, dónde cada Estado miembro toma aquello que le interesa y rechaza aquello que no le gusta. De este modo quiebra el principio de solidaridad y la comunidad.

A pesar de este quebranto a la legitimidad de la UE, con este apaño entre el RU y la UE estarán todos tan contentos. Los medios económicos han suspirado, siendo así que un Brexit tendría hondos efectos negativos y que sólo es querido por el 1% de los empresarios. Todos contentos... menos los europeístas de todos los países. Los laboristas andan entre disconformes e indignados, viendo como el poder se les aleja de nuevo. Naturalmente, los independentistas del UKIP, seguidores del brillante y tremendo populista Nigel Farage, están furiosos. Para bien o para mal, la UE no será reformada en ningún aspecto; sólo se da una Decisión del Consejo de la UE a la medida de su actual primer ministro. Con todo, en la UE será más activo el caldo de cultivo para los euroescépticos, populistas, extremistas y demás fajadores de la política.

El desafío de Cameron a la UE tendrá consecuencias severas para el proceso de integración europea. No por lo que el Settlement del RU en la UE vaya a cambiar, que en realidad será nada, sino en tanto que socava la legitimidad, la lógica y la estabilidad de la UE. Sin duda, este New Settlement abre la vía al sí en el referéndum sobre la permanencia del RU en la UE. Vale decir que, si después de este órgado, el no venciera en el referéndum, el descalabro de la UE sería monumental. No obstante, muy probablemente, gane el sí. Inmediatamente, esto aplacará un elemento de la inestabilidad de la UE. Pero en el medio plazo aumentará el cansancio de las instituciones europeas. Y en el largo plazo soliviantará a numerosos países de modo que será normal el desacuerdo sobre tantas encrucijadas esenciales como Europa enfrenta: eurocrisis, europeriferia (donde Grecia campará a sus anchas; el rescate bancario de Italia costará lo que no se sabe y una España escorada puede ser explosiva), gobernanza económica europea, inmigración exterior, Schengen, TTIP...

En fin, con este New Settlement los británicos nada ganan y los europeos pierden mucho. Por todo ello, debemos concluir que ningunear a la UE resulta muy negativo para todos, siendo así que Europa es la última utopía, que Europa ayuda a los Estados miembros a desarrollar políticas virtuosas y, en suma, que Europa es un ancla en la libertad y el progreso.

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