
España no está para ocurrencias ni aventuras. El oligopolio bipartidista pervirtió nuestra democracia infectando la Administración y el Poder Judicial. El Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial se convirtieron en órganos previsibles en los que no solo era profetizable la decisión sino incluso cuántos votarían a favor o en contra.
Somos una sociedad hastiada de ese patio de monipodio donde la corrupción es aún la noticia cotidiana con la que nos desayunamos cada mañana y donde ni un solo caso de corrupción ha sido denunciado por el partido, sindicato o patronal a quien afecta? naturalmente. Que el PP perdiera decenas de diputados no empece a que el Partido Socialista se encuentre con los peores resultados de su historia.
Con 21 diputados más, Pérez Rubalcaba tuvo la dignidad de dimitir. Pero Pedro Sánchez no, asumiendo que su futuro personal no existe sino en la Wikipedia como fugaz presidente hipotecado-preso por Podemos y sus marcas independentistas.
"Sánchez está dispuesto a meter al PSOE en una aventura de la que saldrá destrozado y España colapsada en el momento en el que son imperativos acuerdos mayoritarios y consensuados en cuestiones clave como educación, reforma constitucional, regeneración democrática, política económica y social... que solo pueden darse en el sumando PP, PSOE y C?s. Fuera de ahí esta el disparate del octopartido Podemos con el complaciente e irónico visto bueno de ¡¡Esquerra y Convergencia!! ¿Ese es el "gobierno de progreso" o el "gobierno de deceso"? ¿Será la investidura de Sánchez o la embestidura de Iglesias?
El Partido Socialista, del histórico Pablo Iglesias cuyo norte era unidad, solidaridad e igualdad, busca ahora coalición con otro Pablo Iglesias cuyo objetivo es destruirlo en colaboración con quienes también pretenden la de esta patria común a la que con Prieto, Besteiro, De los Ríos? llamamos España. A algunos mientras les orinan afirman que llueve.