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¿Pero qué está pasando en los mercados?

  • El auge de la volatilidad, por la baja remuneración de activos sin riesgo

Un error que cometen quienes piensan que los mercados financieros van sólo de números y macroeconomía es que olvidan la importancia del componente humano.

Los mercados los "hacen" personas. Concretamente las que intervienen en ellos. A medio y largo plazo acaban pesando más los datos económicos o los resultados empresariales, pero, a corto, pesan, y mucho, los factores psicológicos, como pueden ser el miedo o la ambición. Es humano asustarse, como lo es querer más, sea del dinero o de la vida en general.

Pero hay un matiz: los profesionales - no todos - y las personas habituadas a invertir van haciendo "callo" y son menos dados al exceso en las expectativas y, sobre todo, algo menos dados a salir corriendo pensando que hay un tiroteo cuando suena un petardo. El problema es que muchas veces tienen que correr, so pena de que les arrase la estampida.

Los niveles de volatilidad de los mercados se han disparado y llevamos así mucho tiempo. Siempre ha habido volatilidad, pero de ahí a que el Eurostoxx 600 se mueva un 30% arriba o abajo en el plazo de unos meses, sea por miedo a Grecia - ridículo - o por China - algo más justificado - va un trecho.

Mi opinión es que esto se debe a la baja remuneración de los activos sin riesgo, notablemente depósitos y activos de renta fija.

El proceso es como sigue: un ahorrador ve que vence un depósito que le daba un 2% y que el banco ahora le ofrece "cero coma" por su dinero. El ahorrador pregunta por productos que den más del 1%. El vendedor del banco, que ha sido "aleccionado" - por no decir directamente amenazado - por la dirección para que venda productos con fuertes comisiones, le "coloca" un fondo de inversión mixto o cualquier producto que lleve renta variable en cartera.

El problema es que el banco le coloca el producto "de campaña", que como idea puede ser correcta - como un fondo mixto - pero es un cambio excesivamente brusco para alguien que viene de un depósito. Es más: si somos honrados y aunque a todos nos gusta criticar a los bancos porque nos hacen muchas faenas, a veces es el cliente el que ante un producto con un historial de rentabilidad moderada se viene arriba y se va a uno con mayor rentabilidad pasada.

Durante un par de meses el cliente está contento. Como centenares de miles de personas en el mundo entero están haciendo exactamente lo mismo - imaginen en Suiza o en Dinamarca, que te cobran por el depósito - el mercado sube rápidamente. Pero hete aquí que se lía una típica de los mercados. Utilicemos de nuevo el ejemplo de Grecia. No pinta nada en la economía mundial, pero es lógico que genere cierta inquietud. Lo que no es normal es que los problemas de una economía bastante más pequeña que la del área metropolitana de Londres generen auténtico pánico financiero. En mi opinión, la inquietud se vuelve pánico cuando personas que no están preparadas ni han sido avisadas sobre la volatilidad a la que van a estar expuestos se encuentran con sus efectos. Y venden todos a la vez.

¿Qué habría que hacer? Lo que deben saber los inversores es que lo que están haciendo es como si incorporan vino a su dieta habitual: un vaso al día es bueno para la salud. Con tres das positivo en un control de alcoholemia. Tienen que saber que existe la opción de tomar uno y que no están obligados a tomar tres. Se puede invertir en un producto mixto donde el peso de la renta variable sea del 10% en lugar del "típico producto mixto bancario" con un 30% inamovible en acciones (¿por qué cobrarán comisión de gestión si el fondo permanece siempre igual?)

También se puede diseñar una cartera de fondos donde el grueso de la misma sólo dé un poco más que un depósito y añadirle una "guinda" algo más volátil, pero más rentable a medio plazo. Pero una guinda, no una manzana. Y lo mismo se puede decir de la parte de renta fija: no hace falta que sean fondos que se hundan cada vez que algo o alguien cuestione el euro.

El riesgo se puede graduar y el "café para todos" de la banca no se corresponde con la variedad española de cafés - productos financieros - que hay en el mercado. Usted no está obligado a elegir entre un "manchado" o un café solo. Entre medias lo tiene con leche, cortado y hasta descafeinado. Y elegir el que corresponda a la volatilidad esperada cada año. Predecir dónde estará un índice dentro de un año es complicado. Predecir si el año va a ser "movidito" o más tranquilo no lo es tanto.

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