Firmas

Situación a la manera de Bélgica o un balotaje al estilo de España

  • Solo un pacto en minoría con C's evitaría la ruptura interna del PSOE

El resultado de las elecciones producirá un cambio en las costumbres parlamentarias españolas. De Gobierno con mayoría estables a la necesidad de acuerdos complejos para formarlo y la posibilidad de una legislatura convulsa. Ninguno de los dos supuestos bloques en que los analistas dividen el Parlamento salido de las urnas (PP/C's y PSOE/Podemos) tienen mayoría absoluta. La más fácil sería la de PSOE/Podemos, pero necesita el apoyo de otros a cambio de ceder en sus pretensiones nacionalistas -porque todos lo son excepto IU-. Algunos barones regionales socialistas han dicho ya que de ceder la soberanía de España a las autonomías ni hablar. De ahí que no sea fácil.

Las demás alternativas son extravagantes: la de PSOE/PP si fuéramos alemanes sería la preferida, pero suena imposible en los pagos ibéricos; la de PSOE/Ciudadanos con la abstención del PP, pero los militantes populares la ven como una derrota; la de PP/C's con la abstención del PSOE, donde los enfadados serían los militantes socialistas; Gobierno en minoría del PP con la abstención de Ciudadanos -que está dispuesto- y del PSOE -en segunda votación-, tampoco es del agrado de las bases socialistas y para ello el socialismo tendría que explicarlo mucho, dada la campaña que ha hecho; Gobierno tripartito de PSOE/Ciudadanos/Podemos que ha rechazado Albert Rivera; Gobierno tripartito PP/PSOE/Ciudadanos que sería una redundancia de la Gran Coalición.

Ya se ve que no hay nada sencillo, la situación es endiablada. Sobre todo para el PSOE y para el PP. El socialismo tiene que renunciar a sus convicciones constitucionalistas si pacta con Podemos, o a sus planteamientos sociales si lo hace con el PP; solo un pacto en minoría con Ciudadanos le evitaría la ruptura interna. Pero para ello tiene que obtener la abstención de un PP dispuesto a pasar a la oposición por el bien del país. El PP tampoco lo tiene fácil, porque su suma con C's no da mayoría absoluta y no tiene apoyos en otros partidos sin renunciar a sus postulados. En todo caso que uno de ellos dé paso al otro, absteniéndose y pasando (el PP) o manteniéndose (el PSOE) en la oposición, es pedir demasiada responsabilidad, al menos esta semana.

Pero la Política es el Arte de lo Posible. Decía Romanones, político en la Restauración, que en política "jamás es hasta esta tarde" y Fraga que "la política hace extraños compañeros de cama". Así que la imaginación y la inteligencia, junto con la responsabilidad, se van a poner a prueba en las próximas semanas. Sobre todo la responsabilidad de los dirigentes del PP y el PSOE, de Rajoy, Sánchez y, probablemente, de Susana Díaz, que aunque haya bajado en votos en Andalucía, aún aporta un tercio de los diputados del grupo socialista.

Nada está claro y nada es fácil. Es la hora de la responsabilidad o de una legislatura muy corta, con elecciones en unos meses y un Gobierno en funciones durante ellos. Una situación a lo belga, que estuvo sin Gobierno meses por las peleas de flamencos y valones, derechas e izquierdas. Situación similar de la que sólo se saldría con esas nuevas elecciones que serían una especie de segunda vuelta o balotaje a la española.

Y, mientras tanto, "la casa sin barrer", los inversores esperando verlas venir para tomar decisiones y los parados esperando que éstos inviertan para encontrar trabajo. Los electores lo han querido, son las reglas de la democracia. Los inversores tienen otras alternativas, países con menos riesgos políticos, los parados no. De manera que siempre son los mismos los que "pagan el pato". Por eso el PP y el PSOE tienen que ser más responsables si cabe.

Ya lo dije el otro día en este mismo periódico: elegimos representantes, no mandatarios. Representantes que tienen que interpretar los mandatos de los electores a la vista de las circunstancias.

Representantes que tienen que pensar en el bien del país y los ciudadanos por encima de los intereses propios y de sus partidos. Lo sé bien, porque fui diputado de UCD y tanto Adolfo Suárez, con su inteligencia e imaginación, como Calvo Sotelo, con su sentido de la responsabilidad, fueron capaces de propiciar un futuro mejor para España. Y es que, parafraseando la película Casablanca "siempre nos quedará la UCD" y su ejemplo.

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