Firmas

Compromisos electorales en el viento

  • El programa del PP en el ámbito económico es surrealista, faltan detalles
  • Las propuestas fiscales de C's no son perfectas, pero se pueden conocer

El Partido Popular, en su programa electoral de 2011 no prometía bajar los impuestos. Esta sorprendente afirmación de un alto cargo del PP en un debate electoral es cierta. De hecho, esta afirmación es tan cierta, como que todos los portavoces del PP en la anterior campaña de las elecciones generales de 2011 repitieron como un mantra que el PP iba a bajar a los impuestos. La realidad que todos conocemos fue otra: el gobierno del PP es el que más ha subido los impuestos de la historia -por lo menos desde el reinado de Felipe II-. Sólo ha habido unos afortunados que han disfrutado de rebajas fiscales, los defraudadores de la amnistía fiscal.

Otra afirmación sorprendente es que el PSOE no llevó en su programa la supresión de las Diputaciones Provinciales. Ese hecho es, de nuevo, tan cierto como que el candidato Rubalcaba estuvo publicitando la idea por tierra, mar y aire. En este caso, como el PSOE perdió las elecciones no conocemos si hubiese eliminado las Diputaciones o no. Lo que sí tenemos claro, es que ahora que el PSOE vuelve a disponer de muchos cargos en las Diputaciones, no quiere saber nada del tema: no sólo las Diputaciones vuelven a ser imprescindibles, sino que el compromiso nunca existió.

En el caso del PP ha habido varias promesas de última hora que no están recogidas en el programa electoral, como la exención en el IRPF de los que encuentren su primer empleo, bonificaciones en las cuotas de seguridad social, o exención en el IRPF para los mayores de 65 años que continúen trabajando. No sólo es un problema que no se hayan hecho números de lo que costarán estas medidas, ni que no se den detalles de lo que pueden ser puertas abiertas al fraude fiscal, sino que puede haber un fraude democrático, si luego estas medidas no se cumplen, porque no estaban en el programa electoral.

De hecho, el programa del PP en el ámbito económico es un tanto surrealista. Por ejemplo, ahora sí que viene el compromiso explícito de bajar impuestos, aunque no se detalla nada. Los escasos detalles, el tipo mínimo y el máximo de la tarifa del IRPF, se dejan para la "palabra del presidente". En la práctica, la rebaja que se promete es la de Ciudadanos (y un euro más). La diferencia es que Ciudadanos explica, en el programa electoral, el IRPF con su tarifa y sus elementos fundamentales, además de incluir las cifras de coste y explicar cómo va a financiar las rebajas, eliminando las diputaciones y fusionando servicios municipales, por ejemplo.

Además, el programa económico del PP es surrealista porque tiene afirmaciones como "mantener un esfuerzo máximo en la lucha contra el fraude fiscal". La realidad es que el PP, continuando la política de recortes en este punto del PSOE, ha disminuido los efectivos de la Agencia Tributaria, que han pasado de 28.000 a 25.000 personas en esta legislatura. Menos mal que esto es un esfuerzo máximo. Y habrá que pensar que el compromiso programático del PP no es continuar reduciendo la Agencia Tributaria. Especialmente, porque por cada euro de inversión en lucha contra el fraude, se obtiene un retorno directo de ocho euros, y tenemos un grave problema de déficit público.

Respecto a la lucha contra el fraude, hay una novedad relevante: "Consolidaremos el régimen de tributación por módulos". Este régimen, que como han reiterado los inspectores de Hacienda es un nido de facturas falsas, había sido recortado en la última reforma fiscal. Posteriormente, en la Ley de Presupuestos para 2016 se aplazó la entrada en vigor hasta 2018, a lo que no se dio ninguna publicidad. Ahora en el programa electoral, el PP adquiere el compromiso de dejar la cuestión como está.

Sinceramente, creo que es un error grave no tocar un régimen obsoleto y que favorece el fraude como los módulos. Por esa razón, en el programa de Ciudadanos proponemos que el régimen se limite a los empresarios que facturan al menos un 75% de sus operaciones a consumidores finales. Sin embargo, aún más grave me parece que no se cumplan los compromisos de un programa electoral, por el que votan los españoles. En este caso, lo peor de todo es que si un ciudadano no se lee el programa completo del PP, se creería que lo que quiere hacer el PP es todo lo contrario: luchar contra el fraude, no facilitarlo.

En el caso del PSOE, en el programa se defienden subidas de impuestos, y la creación, incluso de un impuesto específico para financiar las pensiones. Aquí, simplemente no hay forma de saber qué impuestos van a subir, y quién los va a pagar. El PSOE no está pidiendo la confianza de los electores para cumplir un programa sino un cheque en blanco.

Las propuestas fiscales de Ciudadanos incluyen detalles y cifras y están en su programa electoral, que lleva publicado desde abril. Probablemente no sean perfectas, pero se pueden conocer y se nos puede exigir responsabilidades sino cumplimos, porque nuestros compromisos no están escritos en el viento.

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