Firmas

París y el Sinaí: impacto turístico

Homenaje a las víctimas del atentado.

Parece inevitable pensar que los dos grandes atentados de los últimos días forman parte de un plan de Daesh contra sus enemigos en Siria. Desde su punto de vista han supuesto un éxito, con más de 350 muertos y una cifra similar de heridos, con solo siete bajas. Demuestran además a los suyos que son capaces de golpear en lugares bien diferentes.

Las consecuencias políticas son claras, especialmente en Francia , donde una inevitable ola de islamofobia va a favorecer a las listas del Frente Nacional en las próximas elecciones regionales. Para el mundo del turismo tienen la máxima gravedad por una serie de motivos.

Empecemos por lo ocurrido en Egipto. Sharm El Sehij estaba considerado como el destino más seguro de ese país africano. Si Sharm no es seguro ningún destino egipcio lo es. Durante su visita a Madrid con motivo de la feria Fitur, a finales de enero, el director general de Turismo egipcio garantizo la seguridad de ese balneario. La realidad le ha desmentido trágicamente. Sharm el Sehij representa un tercio del total de los turistas extranjeros a Egipto y, en toda la zona, hasta el 60%.

En segundo lugar, por el origen de los muertos. Los rusos son los principales clientes de Egipto. Más de tres millones de ellos visitaron el pasado año el país, la mayor parte en busca del sol invernal a precios baratos. Si cae el turismo ruso, como es previsible que ocurra, todo el sistema se resentirá fuertemente.

En tercer lugar, por el momento. Hablamos del inicio de la temporada de invierno, temporada alta en la zona. Si pasan cuatro o cinco meses hasta que se normalice la situación, la temporada invierno 2015-16 estará perdida y con ella la débil recuperación que se había iniciado en 2014 y se mantenía este año, tras la fuerte caída ocasionada por las revueltas que motivaron la caída de Mubarak. La elección en 2013 del mariscal Al Sisi y su consiguiente régimen de dureza con el islamismo extremista habían generado confianza en los potenciales clientes del turismo egipcio. Si Al Sisi no puede controlar el terrorismo islamista no hay confianza en que otro acto terrorista pueda ser evitado.

La caída del turismo para Egipto fue muy dura, pasando de cerca de catorce millones de turista y trece mil millones de ingresos en 2010, a un poco más de la mitad en 2013. La ligera mejoría 2014 se estaba consolidando a los largo de este año en el que se esperaban más de diez millones.

En cuarto lugar, se puede hablar de París en el Sinaí. Curiosamente los sangrientos atentados en la capital francesa van a afectar más, en términos negativos, a los destinos del norte de África que a la Ciudad de la Luz. La inevitable islamofobia, consecuencia de la autoría, convencerá a muchos potenciales clientes de los inconveniente de irse de vacaciones a esos destinos, lo que unido a la percepción de inseguridad produce un efecto demoledor.

Sin embargo, la ola de solidaridad con París, la familiaridad de ese destino para la gran mayoría de los ciudadanos de todo el mundo que viajan, y el sentimiento de que los turistas no eran el objetivo de los atentados, ha evitado que los medios de comunicación mundiales recogieran informaciones sobre nacionales fallecidos, evitando el dolor añadido de la familiaridad.

La visión del ejército francés patrullando las calles de la ciudad produce en el turista una sensación de seguridad, mientras que el equivalente en El Cairo, por ejemplo, genera desazón, por un menor conocimiento de las claves culturales

París se recuperara pronto como ocurrió tras los atentados contra la redacción de Charlie Hebdo y a una carnicería kosher, y seguirá siendo, con el apoyo de Euro Disney, la ciudad europea que más turistas recibe.

Los turistas rusos se desviaran especialmente a Tailandia, mientras que los británicos- segunda nacionalidad de origen, con más de un millón de turistas- y otros europeos, intentaran buscar el sol invernal principalmente en Canarias. Pero las reservas para este invierno a las islas estaban ya un quince por ciento por encima de las del año pasado que había sido ya un año de record.

Los touroperadores que dispongan de cupos intentaran elevar los precios para compensarse de los costes sufridos por la repatriación de sus nacionales, sin que esas subidas lleguen al bolsillo de los hoteleros que hubieran pactado, como es normal, los precios con anterioridad.

El Gobierno español no desea que el incremento de turistas se produzca como consecuencia de este tipo de eventos, por lo que debe liderar la organización de un plan de ayuda que permita a Egipto superar la situación... hasta que las aguas vuelven a su cauce, pues como dice la OMT, las tragedias se olvidan pronto.

La celebración de Congresos es una de las formas de garantizar que las organizaciones confían en Egipto. La Fepet, la Federación de Escritores y Periodistas de Turismo celebrara el suyo en Egipto a comienzos de año. Ojala se celebren muchos mas.

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