
¿De qué hablamos cuándo hablamos de consumo colaborativo? Una de las definiciones más comúnmente utilizadas lo explica como "un modelo económico basado en el intercambio de activos subutilizados desde espacios a las habilidades con beneficios monetarios o no monetarios". Sin embargo, no es fácil tener una definición a nivel mundial y no es casualidad que sea debate hoy en día, especialmente si tenemos en cuenta que la economía compartida es un fenómeno que está viviendo su época de oro.
En la actualidad, todos los días vemos este modelo aplicado a nuevos negocios, tanto online como offline, y descubrimos nuevas facetas. Uno de los cambios más significativos se está produciendo en el sector turístico. En el caso de Wimdu, la mayor plataforma online creada en Europa para alquileres de apartamentos privados con más de 300.000 alojamientos en todo el mundo, el sistema funciona de una forma muy sencilla.
Por un lado, se encuentran los anfitriones, que están dispuestos a compartir su vivienda vacía o una habitación por un tiempo determinado y, por otro, los invitados, que son viajeros que buscan soluciones más económicas e intercambios culturales más experienciales. Las ventajas son muchas. Según un estudio de la compañía de investigación de mercados más grande de Alemania GfK, los huéspedes pueden ahorrar hasta un 50% en alojamientos. Además, los anfitriones también pueden ganar un dinero extra de una forma sencilla.
En general y por supuesto también para Wimdu, el denominador en común de la economía compartida es el hecho de que todas las partes involucradas obtienen algún beneficio, que es una novedad absoluta, si pensamos que hace unos años viajar era un privilegio. Pero hoy la tendencia se ha invertido. Hay mayor libertad de movimiento e intercambio cultural y también surgen oportunidades increíbles en términos de crecimiento para el sector turístico en nuevas áreas geográficas, que en las últimas décadas ha sido un sector clave para economías estancadas.
Este panorama es el presente del consumo colaborativo. Para aquellos que se preguntan por el futuro, todavía estamos en una etapa temprana, pero se espera que sea más accesible y llegue a más gente. Desde el punto de vista económico, se vislumbra un increíble crecimiento de los ingresos en el sector, que según PwC podría aumentar de los 15.000 millones de dólares en 2013 hasta los 335.000 en 2025. En esta perspectiva, el aumento de los ingresos de Wimdu de más de un 100% en España, en comparación con el mismo periodo de 2014, es una confirmación más y un ejemplo de que el país es una de las piezas más importantes en términos de ingresos y en expectativas de crecimiento. Los españoles han demostrado ser maduros y receptivos a las innovaciones de la industria.
Pero uno de nuestros principales frentes son las administraciones públicas. En los últimos años, la política no ha sido capaz de ir en línea con los nuevos modelos económicos, que han evolucionado gracias a los cambios tecnológicos. Las consecuencias han ido en perjuicio de los consumidores. Ahora el desafío que tenemos, junto con los Gobiernos, es el de integrar este modelo económico con el tradicional.
Un buen ejemplo es Reino Unido, donde tras los Juegos Olímpicos de 2012, debido a la escasez de alojamientos, el Gobierno británico trabajó en pro de los consumidores mediante la liberalización del alquiler privado, con leyes muy pragmáticas, como por ejemplo en Londres, donde los alquileres de hasta 90 días por año están legalizados sin burocracia. Estamos seguros de que la cooperación es posible y deseable y en particular para los consumidores. De qué hablamos cuándo hablamos de amor es el título de un libro del escritor estadounidense Raymond Carver.
Bueno, tal vez cuando hablamos de consumo colaborativo también hablamos de amor; el amor por la hospitalidad y la aceptación, el amor por viajar y descubrir nuevos mundos y culturas y el amor y la pasión por reconciliar estos dos mundos.