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La gestión en el nuevo 'mix' eléctrico

  • El cambio de modelo energético es imparable, pese a algunas empresas
Planta termosolar Solana.

Todas las tecnologías de generación de electricidad, convencionales y renovables, han contado y cuentan con apoyos en todo el mundo, si bien, las ayudas a las convencionales son todavía muy superiores a las recibidas por las renovables, lo que parece un gran contrasentido cuando se quiere avanzar hacia un mix de generación exento de emisiones.

Algunas tecnologías renovables han conseguido alcanzar una gran implantación mundial, recientemente acelerada por la paulatina reducción del coste de generación, que, en muchos emplazamientos, es similar al registro de las tecnologías convencionales en la actualidad.

Esta situación, favorecida por la incorporación de la innovación tecnológica y el impacto en la reducción de costes de la fabricación en serie ante los grandes volúmenes instalados, ha permitido que el sector de las renovables haya llegado a una situación que hace pocos años hubiera parecido utópica: la inversión anual mundial en nueva potencia renovable instalada supera al conjunto de ciclos combinados, centrales de carbón y centrales nucleares.

Motivos también económicos

Y lo que es más relevante: este crecimiento de las renovables y disminución de las convencionales se verá incrementado en el futuro inmediato por motivos económicos (y no solo medioambientales), por lo que el cambio de modelo energético se ha posicionado como imparable, a pesar de los intereses de las empresas energéticas tradicionales por ralentizarlo; tras este proceso, el nuevo e importante desafío del sector pasa por alcanzar un mix de generación energética equilibrado, con un alto grado de gestionabilidad y firmeza.

Un claro ejemplo de necesidad de mix energético es el rápido e intenso crecimiento registrado por los países emergentes que conforman el llamado cinturón solar y cuyas necesidades de abastecimiento se van a duplicar en los próximos años, según la demanda actual. Una gran contribución de las renovables fluyentes llevaría aparejada la doble inversión de capacidad en ciclos combinados, cuyo coste de generación sería muy alto al restarles a dichas renovables horas de operación durante el día. Aunque a corto plazo, gracias a cierta capacidad de respaldo, estos países pueden "pintar de verde" su mix energético con renovables fluyentes, con la necesidad de incorporar un porcentaje relevante de centrales termosolares de respaldo, en línea con el pronóstico la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Este es el caso de países con un desarrollo de capacidad renovable bien definido, como Marruecos o Sudáfrica.

En su último Roadmap solar, la AIE puso en valor la complementariedad de la termosolar y la fotovoltaica: mientras mayor sea el aumento de la fotovoltaica instalada, mayor será la utilidad de la termosolar, tanto por su capacidad de hibridación y almacenamiento energético, como por su capacidad de contribución al consumo durante el día, incluida la aportación de producción en los picos del atardecer y primeras horas de la noche.

Fecha de caducidad

En España, la actual sobrecapacidad de potencia firme que aportan ciclos combinados, térmicas de carbón, nucleares e hidráulica, ha permitido una gran penetración de la energía eólica, cuya contrapartida ha sido reducir, considerablemente y en una buena parte de horas al año, el precio del pool. Pero dicha capacidad de potencia firme tiene fecha de caducidad, con el deseable cierre de las obsoletas y contaminantes centrales de carbón, de las nucleares -al llegar al final de su vida operativa- y de varios ciclos combinados que no pueden cumplir sus planes de negocio y cuya vida operativa es inferior al de las otras tecnologías.

España debe y puede afrontar esta transición con una planificación en la que se preste la conveniente atención a la gestionabilidad de la generación renovable, reforzando el papel del parque termosolar.

El coste de la generación termosolar también se ha reducido considerablemente en los últimos años, aunque el factor volumen, 4 GW termosolares comparados con los 400 GW eólicos o los 200 GW fotovoltaicos, sitúa a esta tecnología con un gran margen de reducción si se continúa con la instalación de nuevas centrales. El que algunas renovables hayan llegado a alcanzar la competitividad gracias al apoyo prestado a ese gran volumen de instalaciones no debe condicionar los necesarios apoyos a tecnologías como la termosolar, que serán esenciales para poder conseguir un mix de generación sin emisiones.

Es por ello que en la nueva planificación la energía termosolar tiene que tener un espacio adecuado, aunque todavía necesite un apoyo adicional. La apuesta por esta tecnología servirá una vez más para que España continúe siendo referente y potencia ante el emergente mercado mundial de energía termosolar.

Luis Crespo, secretario general de Protermosolar

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