Lo más probable es que el Aeropuerto de Ciudad Real no acabe siendo adjudicado por 10.000 euros, que es el importe que la empresa china Tzaneen Internacional consignó en el Juzgado de lo Mercantil en la subasta del pasado 17 de julio. La oferta incluye las instalaciones aeroportuarias, excluyendo los terrenos adyacentes, necesarios para obtener la declaración de impacto ambiental y la consiguiente licencia.
En virtud del reglamento de la subasta podrían presentarse (o no) nuevas y mejores ofertas. Si se produjera una nueva puja, la misma debería oscilar entre los 28 millones de euros de salida -correspondiente al 70% de la tasación de la infraestructura- y los 40 millones, su valor de tasación actual.
La pregunta que se hacen los españoles es por qué ninguna administración de Castilla-La Mancha ha pujado por el Aeropuerto de Ciudad Real, en tanto en cuanto las instituciones públicas ni siquiera tienen que avalar para acudir a la subasta (las empresas privadas deben presentar avales por 2 millones de euros). ¿Recuerdan cuando determinadas administraciones apoyaron económicamente la construcción del aeropuerto, que supuestamente iba a crear 1.000 empleos? ¿Era antes un proyecto de interés general y ahora, ya finalizado, no lo es?
No hay que olvidar que la construcción del aeropuerto, en concurso desde 2010, ha costado unos 500 millones. Y acabe siendo vendido o no, la deriva en la que se encuentra inmerso el proceso de venta de esta infraestructura demuestra el nivel de corrupción política al que ha estado expuesto el proyecto desde su inicio.
¿Interés estratégico?
¿Tan poco interés estratégico tiene el Aeropuerto de Ciudad Real como para ser vendido a una empresa china? ¿No hay ninguna empresa española o europea capaz de comprar un aeropuerto en condiciones tan asequibles?
Hay que recordar que el entorno del PSOE en la región, junto con sus amiguetes pseudoempresarios, así como algunos políticos del PP de la ciudad, son los que se han beneficiado de la construcción de este aeropuerto. Porque el proyecto fue planificado y diseñado por la casta y sus amigos de forma estrictamente especulativa.
En este sentido, es sorprendente el silencio mediático que mantiene el PP de C-LM en torno a la infraestructura. Aunque no hay que olvidar que fue el PSOE de José María Barreda (el delfín de Bono) quien proyectó y puso en marcha el proyecto, quebrando por el camino CCM (con la inestimable ayuda de Moltó). La excaja de ahorros regional financió, sin exigir ningún tipo de aval, a varios de los socios accionistas de aeropuerto convirtiéndose en el principal acreedor del mismo.
Los ciudadanos tampoco han encontrado defensores entre los partidos emergentes. Podemos, socio del PSOE en la región, también guarda un sepulcral silencio respecto al proyecto, mientras que Ciudadanos, que también ha congeniado con el PSOE, ni sabe ni contesta como en tantos otros asuntos políticos y económicos.
España en venta a precio de saldo
Los 10.000 míseros euros con los que Tzaneen intenta comprar el Aeropuerto de Ciudad Real constatan que España está en venta y a precio de saldo. El capitalismo de amiguetes implantado ha hecho retroceder a España 40 años por culpa de la corrupción, la malversación, el despilfarro autonómico... Pero sobre todo por la politización de la Justicia, que inmuniza a los políticos.
La 'Marca España' también sale malparada de esta aventura, máxime tras la visibilidad mediática internacional que ha tenido el proceso.
Así, el mensaje que España está lanzando al mundo es que en nuestro país no hay seguridad jurídica, ni libertad económica, ni unidad de mercado... Al revés, los negocios en España se hacen a través de contactos políticos y el resultado no es otro que la aparición de casos como el del Aeropuerto de Ciudad Real, en los que la casta se llena los bolsillos de dinero y los ciudadanos pagan la fiesta.
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