Firmas

Hay que mejorar la legislación europea

La Comisión Europea adoptó recientemente su Programa de Mejora de la Legislación, una de nuestras diez prioridades para 2015. Tal vez no suene muy atractivo, al igual que temas como el mercado único digital o la Unión de la Energía, pero es realmente muy importante y marcará una gran diferencia en la vida cotidiana de la gente. Con estas reformas estamos cambiando el modo de legislar de la UE.

Queremos recibir más ideas de los ciudadanos, las empresas, las ONG, las autoridades locales y, en general, de todos los que tengan que tratar con la regulación de la UE en su vida diaria. Queremos que nos digan lo que funciona y lo que no, y, lo que es más importante, cómo piensan ellos que podemos hacer mejor las cosas.

¿Se atascan rellenando formularios en papel y quieren que introduzcamos un sistema digital para la presentación de datos? ¿O quizá les parece que el proceso de aprobación de nuevos productos se demora demasiado y tienen ideas nuevas para hacerlo más rápido pero igual de seguro? Queremos examinar en pie de igualdad la legislación antigua y la nueva.

Cuando planeemos un nuevo instrumento legislativo, pediremos a todos su opinión: preguntaremos a los trabajadores qué aportaría a su jornada, preguntaremos a las ONG qué supondrá para el medio ambiente, y preguntaremos a las empresas de qué manera favorecerá u obstaculizará su crecimiento. Después, pediremos a expertos independientes que comprueben que hemos formulado todas las preguntas pertinentes a todas las personas adecuadas, y analizaremos con detenimiento sus respuestas.

No toda la burocracia procede de Bruselas; ese es un mito con el que hay que acabar. Ahora bien, eso no significa que la UE no pueda contribuir a reducir la burocracia allí donde la haya, sea cual sea su procedencia. Cuando el problema esté en nuestros propios actos legislativos estudiaremos la manera de arreglarlos, y cuando los problemas provengan del modo en que los gobiernos nacionales han interpretado y aplicado nuestras normas, trabajaremos juntos para corregir la situación.

Solo podemos ayudar si sabemos cuál es el problema, y aquí es donde entra en juego el aumento de la transparencia y de las consultas públicas. Cuanta más gente nos comunique sus problemas, más capaces seremos de resolverlos. Disponemos de una nueva herramienta interactiva en línea en la que todo el mundo puede escribir y transmitir a la Comisión ideas para reducir el papeleo o para mejorar un proyecto de acto legislativo; la Comisión, a su vez, responderá a todos los comentarios recibidos.

Hemos creado también un nuevo foro de expertos para recoger sugerencias, analizarlas y transmitírselas a la Comisión. Esta Plataforma REFIT estará integrada por expertos nombrados por los gobiernos europeos, así como por personas procedentes de pequeñas empresas, ONG, sindicatos, organizaciones de consumidores y organismos regionales y locales. Queremos que los expertos que se ocupen de nuestra legislación diariamente nos digan qué piensan que podemos mejorar.

Compromiso por el cambio

El otro elemento imprescindible para hacer efectivo un cambio real es el compromiso político, y lo tenemos. Esta nueva Comisión Europea lleva seis meses trabajando y ya está realizando grandes cambios. Nuestro primer programa de trabajo, la lista anual de "cosas por hacer" de la Comisión, es un 20% menor que los de los cinco años precedentes. Esto se debe a que estamos trabajando únicamente en aquellos asuntos en los que es realmente necesaria una respuesta europea. Y ahora que estamos modificando fundamentalmente nuestra manera de legislar, todo lo que venga de Bruselas estará rigurosamente preparado y será fácil de poner en práctica.

Si introducimos ahora estos cambios es porque los ciudadanos quieren y porque Europa lo necesita. Las elecciones europeas de 2014 enviaron a las instituciones de la UE el mensaje de que la gente piensa que producimos demasiada legislación. Los euroescépticos se equivocan en muchas cosas, pero, cuando la gente los vota para decirnos que "aminoremos el ritmo" de nuestra regulación, tenemos que escucharla.

Por otra parte, ahora que está en marcha nuestra recuperación económica, es razonable que ayudemos a la gente a aplicar nuestras normas de manera eficiente. Queremos que los empresarios y los trabajadores de nuestras pequeñas empresas dediquen su tiempo a diseñar, a crear, a producir y a vender, ¡no a leer reglamentos y rellenar formularios!

Y a quienes teman que esto signifique que vayamos a acabar con la reglamentación debemos decirles que se equivocan. Queremos hacer que las normas sean más fáciles de comprender y de cumplir, no deshacernos de ellas. Esto es aplicable a los derechos de los trabajadores, a la protección del medio ambiente, a la protección de datos y a todos los demás valores que son fundamentales para nosotros.

La Unión Europea está cambiando porque el mundo a nuestro alrededor está cambiando. Puede que el Programa de Mejora de la Legislación no sea un tema del que a usted le apetezca charlar en la mesa durante la cena, pero espero que sí sea una de las razones que hagan que dentro de un par de años les comente a sus amigos: "Estos de Bruselas han escuchado. Las cosas han cambiado. Puedo volver a apuntarme a este proyecto".

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