
Sorprendía ayer Juan Rosell cuando entre sonrisas, pero con plena intención, lanzaba una indirecta muy directa a la ministra Fátima Báñez. "Que lo haga por decreto", respondía el presidente de la CEOE a las preguntas sobre la urgencia de la ministra de Empleo a los agentes sociales para que cierren, de una vez, el Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC).
Y sorprendía, porque si algo ha caracterizado siempre a Juan Rosell es la cautela y la prudencia. Aunque los desencantos y deslealtades sufridos durante la campaña electoral que culminó en su reelección y los muchos desencuentros habidos con el Gobierno parecen haberle hecho transgredir esas virtudes para empezar a mostrar un talante necesariamente más combativo, más amargo y más irónico.
Así trascendió cuando tras ser reelegido por la mínima en diciembre transmitía a la Asamblea General de CEOE su decepción con aquellos que "entienden las organizaciones como propiedad privada y particular". Y así se interpreta también su alusión de ayer a la ministra Báñez.
No en vano en la patronal española están muy resentidos con el Ejecutivo de Rajoy, al que acusan de haber legislado y querer aprovecharse del dinero de los empresarios en cuestiones como el reforzamiento de las Cámaras de Comercio, la nueva Ley de Mutuas y, sobre todo, con la reforma del sistema de Formación Profesional para el Empleo, que Báñez terminó aprobando por decreto ante la imposibilidad de llegar a un consenso con la organización empresarial.
Han sido golpes muy duros que estuvieron a punto de provocar una ruptura formal de relaciones entre el Gobierno y la CEOE y que han cuestionado seriamente el liderazgo interno de Rosell, hasta el punto de que hoy son muchas las lenguas de doble filo que serpentean en privado frases como "en CEOE mandan quienes perdieron las elecciones" y que apuntan que Rosell no agotará el mandato. Dos años le dan y apuntan como relevo al presidente de CEIM, Juan Pablo Lázaro. Qué sea así o no, el tiempo lo dirá. Pero el rumor existe y como me lo cuentan lo cuento.