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¿Cuál es la tendencia económica del mercado del arte?

  • Con una inflación estable las obras de arte baten récord de cotización

En un escenario económico caracterizado por una generalizada estabilidad en los precios, se ha destacado el récord de cotizaciones obtenidas en el mercado de obras de arte. En 2014 alcanzaron el mayor precio en subasta para el cuadro de una pintora, Jimson Weed/White Flower No. 1 de Georgia O'Keeffe´s; el mayor monto subastado en una sola sesión, Christie's de New York con 684,3 millones de euros y el récord de venta en subasta para un artista vivo, Jeff Koons.

Los pintores contemporáneos han logrado niveles de precios sorprendentes que superaron a los alcanzados por los impresionistas y otros clásicos. En febrero de 2015, una obra de Gerhard Richter: Abstraktes Bild, estableció un nuevo récord para un artista plástico europeo vivo. En este año, ¿cuál es el comportamiento esperable?

Las obras de arte pueden considerarse un activo de inversión en cuyo caso, los elevados precios actuales serían el resultado de una burbuja especulativa. Si bien el motivo refugio de valor es una de las variables explicativas de la demanda en dicho mercado; y algunos artistas contemporáneos están respaldados por un complejo mecenazgo financiero, se considera que los elementos que sustentan las compras van más allá. Por tanto existe una gran probabilidad de mantener la tendencia positiva. Cabe preguntarse, con todo, qué grupos de consumidores son los demandantes de obras de arte y cómo se espera que evolucionen sus compras.

Diferentes tipos de coleccionistas

En primer lugar se encuentran los coleccionistas tradicionales en cuyo comportamiento influyen más las cuestiones emotivas que las racionales. Los motiva el anhelo de acumular cosas bellas. Es interesante observar que, en muchos casos, luego de dedicar tiempo y fortunas a la adquisición de obras de arte, terminan donando sus colecciones. Esta categoría de coleccionistas ha generado una imagen positiva en la sociedad, de refinamiento y de distinción, utilizando los términos de P. Bourdieu.

Dicho proceder ha impulsado la imitación del comportamiento por parte de otras personas, organizaciones y autoridades locales. Este segundo grupo continuará con una demanda creciente de obras de arte, como medio para consolidar una imagen de marca.

Como consecuencia de la regresiva distribución del ingreso que se evidencia a nivel global, se observa un aumento de los supermillonarios, muchos de los cuales están dispuestos a comprar un posicionamiento de exclusividad de su marca personal.

Asimismo, se prevé que organizaciones como las entidades bancarias, continúen demandando objetos de arte para respaldar su imagen de solvencia. Las empresas del sector de bienes de lujo seguirán activas en este mercado, para correlacionarse con los valores de creatividad y diseño exclusivo.

En relación a las ciudades, la continua apertura de museos que atraigan al turismo internacional y den visibilidad y prestigio a la localidad, explican su demanda. Baste recordar que el hasta hace pocos días mayor precio en la historia, 191 millones de euros por el cuadro Los jugadores de cartas de Cézanne, fue pagado en 2011 por Sheika Al Mayassa, hija del emir de Catar y presidenta de la Fundación Nacional de Museos de ese país.

También la creciente participación de las clases medias en las economías del sudeste asiático explica el aumento del consumo de bienes culturales y por tanto, el incremento de la oferta museística. En Corea del Sur la cantidad de museos de Bellas Artes casi se ha triplicado en el actual siglo XXI. En China se está desarrollando un plan decenal para inaugurar 100 museos por año. Es esperable que esta dinámica se acelere aun más, dado que en España dicho ratio se encuentra en torno a los 30.000 habitantes; y en Japón la relación es de un museo cada 26.000 habitantes. Si bien con ritmos más lentos, el aumento de la oferta museística continúa en el resto del mundo -ya sea por apertura de nuevas instituciones, como por las continuas ampliaciones de las existentes- sosteniendo las compras de obras de arte para las mismas.

Se estima que los factores que impulsan la demanda en el mercado de arte continuarán creciendo, y aunque es deseable que se corrijan a la baja los precios de algunos pintores contemporáneos muy sobrevalorados, en 2015 se mantendría la tendencia positiva del sector.

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