
La gran pregunta que nos hacemos es ¿por qué un conflicto como el que se ha iniciado en Irak no ha provocado una subida radical del precio del petróleo, un revuelo en los mercados financieros con una fuerte caída de las bolsa y una huida hacia los activos de calidad?
¿Tendrá que ver que el mercado sigue perfectamente abastecido? ¿Que los nuevos yacimientos hacen que Oriente Medio ya no tenga tanta importancia geoestratégica? ¿Que EEUU está próximo a ser autosuficiente desde el punto de vista energético? ¿Que la competencia de otras fuentes de energía, como el gas pizarra, quita algo de importancia al petróleo?
Todo influye, pero intrínsecamente no es bueno que exista un riesgo tan grande en una fuente de energía tan importante.
El origen de la mayor parte de los conflictos de Oriente Medio proviene de cuando la zona dejó de pertenecer al Imperio Otomano después de la Primera Guerra Mundial. Los vencedores, básicamente Gran Bretaña y Francia, llevaron a cabo una división en protectorados y monarquías en los que se establecieron los límites geográficos sin tener en consideración las tribus y creencias religiosas que constituían su población.
Posteriormente, se independizaron y dejaron un mosaico de países incongruentes con muy difícil convivencia. Irak sufrió un bloqueo económico internacional como consecuencia de la invasión de Kuwait que, en 1995, se relajó con el programa petróleo por alimentos. Los continuos problemas de los observadores internacionales para verificar la destrucción de armas de destrucción masiva, después de episodio de las Torres Gemelas de Nueva York, trajeron la segunda Guerra del Golfo en que la Coalición Voluntaria liderada por EEUU derrocó al régimen de Hussein.
Después ha habido un intento de proceso de pacificación en que se ha procurado dotar al país de un régimen democrático, pero los atentados han estado a la orden del día. Irak, desde finales de 2011 en que salieron las últimas tropas extranjeras, vuela sola aunque ha seguido habiendo terrorismo y atentados por parte de extremistas.
Un episodio como éste, hace unos años hubiera provocado un gran revuelo internacional, un aumento sustancial de los precios del petróleo, miedos a que la inflación se disparase por el incremento del coste de la energía y una debacle en los precios de los activos de riesgo. Los países dependientes del petróleo del Golfo Pérsico hubieran tomado partido en la cuestión intentando tomar las riendas de la zona y evitando que el suministro se viese alterado.
¿Por qué no sube el precio del crudo?
La cuestión es ¿qué ha ocurrido para que prácticamente no veamos alzas importantes del precio del crudo, no se vean movimiento de tropas internacionales y no se haya producido un latigazo en los mercados financieros?
Se pueden apuntar varios factores. El petróleo sigue siendo imprescindible, pero le ha salido un competidor que permite explicar por qué, a pesar del fuerte aumento del consumo de energía, no se ha producido un aumento muy fuerte de su precio: el gas natural procedente del gas pizarra.
Igualmente, el precio del petróleo por encima de 80 dólares/barril ha hecho que se hagan más prospecciones en busca de nuevos yacimientos y que campos petrolíferos que no eran viables económicamente, como los que se encontraban en aguas profundas, actualmente estén en producción.
Según la AIE el consumo mundial de petróleo en 2012 se situó en 89 mll b/d. También como consecuencia de lo anterior, se está produciendo una disminución en la importancia relativa de Oriente Medio en el conjunto de países productores de petróleo. Según la Agencia Internacional de la Energía, dentro de la producción mundial de petróleo la zona de Medio Oriente ha pasado de tener un peso del 36,7% en 1973 al 32,5% en 2012.
Específicamente Irak en 2012 fue el décimo productor del mundo. Es importante que EEUU, de ser el mayor importador del mundo de productos petrolíferos, ha pasado a ser el mayor productor del mundo, sus importaciones están bajando y muy probablemente en dos décadas sea exportador neto de energía.
Irak, lo que ya es casi inevitable, es que las grandes inversiones previstas por las multinacionales del petróleo en el país se reduzcan ante la inestabilidad geopolítica. Lo más probable es que en el trasfondo de todo este conflicto haya un problema de lo mal que viven gran parte de la población y la solución, como ocurre en todas partes del mundo, es la creación de una clase media que viva razonablemente y que tenga algo que perder si se producen hechos como el actual. Es una pena ya que, con los recursos disponibles en esta zona, lo tienen más fácil que otras partes del mundo pero... Por otro lado, no pretendemos sugerir que el petróleo esté perdiendo importancia como recurso natural, sino que el mundo está cambiando hacia nuevas formas de obtención de energía que vuelvan a los países menos vulnerables a conflictos geopolíticos, aunque todavía queda mucho por hacer.
Miguel Ángel García, director de Estrategia de Mercados de Banca March.