Valorando en toda su dimensión el imparable avance del turismo que no sólo fue el último sector en entrar en recesión, sino que ha salido fortalecido de la crisis, consolidando su papel de primera industria nacional, los datos macroeconómicos que día a día van confirmando la recuperación vienen a corroborar que, lamentablemente, la mayor crisis económica de nuestra historia no ha servido para que las administraciones públicas y el tejido empresarial aprueben, de una vez, la asignatura pendiente del cambio del modelo productivo.
Un cambio que, somos conscientes, no se puede hacer de la noche a la mañana. Exige voluntad, planificación, estrategia y, sobre todo, tiempo. Pero lo alarmante aquí y ahora no es que no se haya realizado, sino que ni siquiera se hayan sentado los cimientos para hacerlo.
Como antes de la crisis es el turismo -y gracias- el motor que impulsa la reactivación, acompañado de un automóvil al que espolean las ayudas públicas pero cuyas matrices son todas extranjeras, y de un sector agroalimentario pujante e innovador; mientras se aplauden con fervor los tímidos e incipientes latidos de una construcción que parece pronta a abandonar la UVI.
Sin una apuesta decidida por la innovación y el desarrollo, sin impulsar la reconversión de los sectores obsoletos por las industrias de alta tecnología y alto potencial, sin apoyar decididamente la internacionalización de nuestras empresas, y sin atreverse a definir un plan energético nacional coherente y duradero que mejore la competitividad de nuestras empresas y productos, seguimos abocados a repetir los errores que en 2008 nos llevaron a las puertas del rescate y al empobrecimiento colectivo.
Y, para muestra, ahí están los datos oficiales de la tan cacareada creación de empleo, que muestran como la mayoría de los puestos de trabajo creados durante el mes de abril tienen una tasa de temporalidad del 90 por ciento. Son fundamentalmente contratos en hostelería en el comercio o en la industria manufacturera. Importantes, sí, pero sólo parches para continuar hasta el próximo pinchazo.