
La Fundación Adenauer acaba de publicar un trabajo en el que compara las Posiciones de los Partidos para las elecciones europeas y me ha parecido que puede ser interesante compararlas con las de los partidos españoles porque conviene que en la campaña electoral se dé prevalencia a los temas europeos sobre los propios de la política nacional.
Frente a los ocho partidos que compiten en España por los escaños del Parlamento Europeo hay diez en Alemania pero nos limitaremos a comparar las propuestas, recogidas por la prensa, de los cuatro partidos españoles de ámbito nacional (PP, PSOE, IU y UPyD) con las posiciones oficiales de los cinco partidos que recogen el sentir de la mayoría de los ciudadanos alemanes (CDU, SPD, Grüne o Verdes, Linke o Izquierdas y FDP). Y, aunque en el documento de la Fundación Adenauer se clasifican en 6 capítulos las propuestas de los 30 temas que se han tomado en consideración, limitaremos nuestra comparación a los cuatro aspectos que pueden fundamentar el futuro de Europa: la política económica y fiscal, las políticas sociales, la regeneración democrática y la política de inmigración.
En política económica y fiscal llama la atención que los dos partidos de las ideologías conservadora y socialdemócrata (CDU y SPD) y el Partido liberal (FDP) comiencen proponiendo como orientación fundamental ajustarse a los principios de la Economía Social de Mercado (ESM), de acuerdo con lo que establece el art. 3 del Tratado de Lisboa, y en ninguno de los partidos españoles aparezca esta referencia, lo cual puede explicar en parte las dificultades que tienen nuestros ciudadanos para entender las orientaciones de la Política Económica comunitaria.
Todos los partidos alemanes excepto FDP, que expresamente se opone, proponen un impuesto sobre transacciones financieras, lo cual tampoco aparece en los programas de los partidos españoles, aunque España ha sido uno de los 10 países que siempre han estado a favor de la llamada tasa Tobin y así se ha confirmado en las negociaciones del Ecofin el 5 de mayo.
Aunque expresamente sólo habla de la creación de empleo el PSOE, en forma implícita está incluido este objetivo en los programas de los demás partidos españoles. Los partidos alemanes en el capítulo de las políticas económica y social dedican un apartado al paro juvenil y, también con la única excepción del partido liberal, todos los demás proponen medidas para combatirlo.
El PSOE es también el único partido español que propone abiertamente la creación de eurobonos, aunque IU va más allá al hablar de la creación de un "Tesoro Público Europeo". Coinciden en planteamientos análogos el partido alemán de los Verdes y el de la Izquierda, que defiende la creación de un Banco Europeo para emisiones públicas.
Se queda de nuevo en solitario, no sólo entre los Partidos españoles sino también entre los alemanes, el PSOE al proponer en el marco de la política social que se establezca un salario mínimo en el marco europeo. Sorprende la poca implicación de los partidos alemanes en materia de política social que, con excepción del mencionado "paro juvenil", sólo se preocupan de los posibles abusos de la libertad de movimiento de los trabajadores europeos y de la inmigración.
En los partidos españoles, con la extraña excepción de IU, hay bastante coincidencia en plantear una mayor Unión Europea para ayudar a los más necesitados y favorecer el empleo con diversas estrategias.
Finalmente ante la necesidad de conseguir una mayor democratización y transparencia en las instituciones europeas hay bastante coincidencia entre los partidos españoles con la advertencia del PSOE de que la Comisión debe recuperar su función frente al Consejo europeo que, en opinión de UPyD, debería desaparecer.
Los partidos alemanes, además de insistir en la necesidad de una mayor democratización de las instituciones europeas, como lo hace expresamente el SPD en uno de los tres capítulos dedicados a las instituciones, prestan particular atención a otros temas sobre la organización europea. La CDU, por ejemplo, precisa su posición ante la integración europea a partir de una mayor aplicación del Principio de Subsidiariedad, en lo que también coinciden los Verdes y el FDP, con una visión de una Europa fuerte y consciente de sí misma. El SPD, que se detiene menos en estas concreciones, afirma literalmente que "una Alemania europea debe ser el criterio orientador de la política europea".
Los Verdes, como es lógico, proponen una visión de Europa muy respetuosa con el medio ambiente y el partido de la Izquierda critica la política del BCE y la ausencia del Parlamento Europeo en las actividades de la troika, que tanto ha influido en la situación del bienestar de algunos países comunitarios.
Esta breve síntesis comparativa de los contenidos de los programas para las próximas elecciones europeas de los partidos de nuestro país y de los del país tan atacado por determinados populismos podría servirnos para valorar si los partidos políticos en su campaña tienen el foco puesto en las necesidades de Europa o más bien dan preferencia a sus intereses electoralistas, menos preciando la importancia que tiene para los 400 millones de ciudadanos comunitarios los resultados de estas elecciones.
Eugenio M. Recio, profesor honorario de Esade.