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El MARF, una alternativa de financiación

  • Mientras la banca tenga el crédito cerrado, el MARF es una buena opción

El mundo de la financiación a empresas está inmerso en un profundo proceso de cambio que de momento va a continuar. Por todos es conocida la necesidad de desapalancamiento del sector privado como prueba que, según datos del Banco de España, los préstamos a empresas no financieras se desplomaron un 11% en los primeros seis meses del 2013. Si analizamos los datos de endeudamiento según actividades, podremos comprobar que las que más se apalancaron fueron las constructoras e inmobiliarias, resultando el resto de sectores endeudados, pero no tanto.

Por este motivo hoy existen muchas compañías que, habiéndose visto obligadas a reducir sus recursos ajenos, hoy están en una posición bastante cómoda para obtener financiación. El problema radica en que la fuente tradicional de financiación, la banca, sigue aun con problemas de morosidad y provisiones que aún no han parado de crecer, aunque desde principios de año se percibe una cierta ralentización.

Hoy el sector debe soportar un 13,6% de mora, lo que suponen aproximadamente unos 200.000 millones de euros, carga realmente pesada para el mismo. Según datos de Gesif, empresa dedicada a la recuperación de impagos, en colaboración con Axesor, primera agencia de rating española, la morosidad del crédito se mantendrá por encima del 13% durante el primer semestre del año por lo que las entidades aún deben esperar. Esto contrasta con las nuevas campañas de marketing que algunas entidades han comenzado a lanzar.

Y digo marketing, por que una cosa es decir que vas a prestar 20.000 millones y otra cosa muy distinta es llevarlo a cabo. Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell y Bankia, entre otros, acaban de anunciar un incremento muy importante en financiación a pymes, pero debe confirmarse cuando el empresario vea que su gestor le llama para otorgarle un nuevo préstamo.

En medio de este gran lío, parece que el MARF o Mercado Alternativo de Renta Fija se está consolidando como alternativa de financiación para las medianas empresas. La primera emisión de este mercado la vimos a finales de 2013 de la mano de la constructora gallega Copasa. Realizó una emisión de deuda a cinco años de 50 millones de euros con un rating de BB otorgado por Axesor con un cupón del 7,5%. El objetivo de la emisión fue seguir apoyando su expansión internacional. Cabe destacar que el 20% de los inversores fueron internacionales.

Hemos tenido que esperar casi tres meses para ver la segunda emisión. Tecnocom emitía a finales de marzo un bono a ocho años por 35 millones de euros con un cupón del 6,5% anual con un rating de Axesor BB+. Su destino ha sido el de mejorar su actual estructura financiera a largo plazo. Pocos días después Elecnor sorprendía al anunciar el lanzamiento de una emisión de pagarés en el MARF por un importe de 100 millones de euros a corto plazo para cubrir algunas necesidades financieras a ese plazo. Y esto no ha hecho más que empezar. Hay muchas compañías que están trabajando para salir a este mercado y en los próximos meses veremos más emisiones de diferentes tamaños y modalidades.

Para acabar me gustaría destacar un hecho importante sobre quienes han sido primeras entidades financieras que han puesto en marcha las emisiones inicales. Bankia, fue la inaugural con Copasa. La emisión de Tecnocom fue manejada por el Banco Espírito Santo y Banco Sabadell ambos como joint global coordinators y joint bookrunners. Y Elecnor eligió a la Banca March para su estreno en este mercado. Por tanto parece que los que están moviendo las primeras fichas no son los mayores players del MARF sino que es la banca mediana junto a Bankia y Sabadell los que están apostando más por este prometedor mercado. Y esto a pesar de que casi todos los grandes bancos son miembros del mercado MARF y deberían ser éstos los que, teniendo las mayores carteras de clientes, pudiesen generar mayor curiosidad y expectativas a las empresas con perfil para lanzarse a emitir por primera vez. En cualquier caso, el MARF supondrá una alternativa más en la búsqueda de nuevas fuentes de financiación para las empresas españolas, donde, no olvidemos, también la banca es un principal participante en la colocación de las mismas.

Rodrigo García de la Cruz, profesor del Master en Corporate Finance del IEB.

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