Firmas

Un cambio en las estructuras económicas

  • El déficit de la balanza comercial se ha recortado gracias al impulso exportador

En el año 2013 la balanza por cuenta corriente de España, que mide el intercambio de bienes, servicios, rentas y transferencias con el exterior, acumuló un superávit de 7.130 millones de euros. Es el primer ejercicio desde 1986 (¡y ha llovido desde entonces!) en el que la balanza cierra con números positivos, y supone un claro vuelco en la tendencia negativa de los últimos años.

El buen comportamiento de la balanza por cuenta corriente no se limita al mercado español, sino que los principales países del sur de la UE (Italia, Grecia y Portugal) han experimentado también el mismo fenómeno. Paradójicamente, los países que más influían en el déficit comercial de la UE en 2008, junto con Holanda, son los que han llevado a cabo un mayor esfuerzo para corregirlo. Si analizamos el caso de España, veremos que en cada uno de los indicadores existe una serie de razones para la mejoría, pero el factor más determinante ha sido el vuelco que se ha producido en la balanza comercial en los últimos años.

El impulso exportador de las empresas españolas ha sido fundamental, y no solo de las grandes empresas sino también de las Pymes , que en los años de caída del mercado nacional han sabido abrirse hacia el exterior en búsqueda de mercados más dinámicos . Su valentía ha sido la que ha permitido recortar el déficit de la balanza comercial hasta los 11.551 millones de euros, menos de la mitad que el año pasado. En concreto, las exportaciones aceleraron su crecimiento un 5,2% en 2013, hasta alcanzar una cifra récord de 234.240 millones de euros.

Estos datos destacan aún más si tenemos en cuenta que mercados como Asia o África empiezan a interesarles por nuestros productos, y suponen ya casi el 20% del total de nuestras exportaciones. Y aunque es cierto que la demanda interna se ha contraído, en 2013 el descenso fue del 0,9% (frente al aumento del 5,2% de las exportaciones).

La balanza de servicios, por su parte, acumuló el pasado año un superávit de 40.000 millones de euros, un incremento del 10% frente a 2012, por la aportación clave del sector turístico (y el período de observación y la diversificación de países es lo suficientemente grande como para que no sea flor de un día, ni efectos positivos por la "primavera árabe" ni efectos negativos por la reciente situación de Rusia y Ucrania).

La cifra de ingresos por el turismo alcanzó un récord histórico, gracias en buena parte a la mejora de las condiciones económicas internacionales. España recupera, por tanto, uno de sus pilares para apuntalar el crecimiento de los próximos años. Finalmente, la balanza de rentas cayó a la mitad, de 32.000 a 16.000 millones.

Las cifras de la balanza por cuenta corriente española de 2013 reflejan un incipiente cambio en las estructuras económicas. Entre los factores, el más relevante ha sido el dinamismo de las empresas exportadoras. Creo que hay que reconocer el mérito de que, en un momento económico tan complejo, los empresarios hayan sabido encontrar en el exterior nuevas vías de negocio. Un gran problema de la economía española ha sido el elevado endeudamiento privado, un ámbito en el que los empresarios también han demostrado capacidad de reacción y adaptación. Contamos con un entramado empresarial tenaz, dinámico y competitivo. Valorarlo y apoyarlo desde todas las instituciones ayudará a sentar las bases de un futuro económico más sólido y sostenible.

Sixto Rodrigo, Director del Segmento de empresas de Deutsche Bank.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky