
Desde la transición EEUU ha sido importante en política española para aprovecharse de su imagen, a favor o en contra a efectos electorales. Adolfo Suárez anunció la formación de la UCD y su candidatura al frente de esa formación desde Washington antes de las elecciones de 1977.
Los presidentes españoles han tenido la nación norteamericana como referencia. Para Leopoldo Calvo-Sotelo la entrada en la OTAN, liderada por USA, era clave en la normalización española. Felipe González empezó con aquello de "De Entrada No". Pero, pragmático donde los hay, luego decidió que Sí, y sin salida. La importancia del amigo americano para Aznar la describen sus relaciones con Bush.
Fueron sus momentos de gloria y también los más controvertidos. Rodríguez Zapatero, antes de ser elegido, decidió crear su imagen permaneciendo sentado ante el desfile de la bandera de las barras y las estrellas en el día de las fuerzas armadas. España estaba de aliado preferente de los americanos en la guerra de Irak. Ganadas las elecciones por el PSOE, España sacó sus tropas del teatro de operaciones.
Durante sus años de Gobierno, Rodríguez Zapatero fue ignorado por Washington. También cuando Obama llegó al poder. Un estadounidense no olvida la "traición", sea republicano o demócrata. Ahora, después de dos años de Gobierno, Rajoy ha vuelto a La Capital del Imperio.
Su misión doble: volver a unir los lazos de amistad, económicos y geopolíticos con EEUU y explicar a los españoles que somos importantes en el mundo, que ya no somos los apestados; que a vuelto el amigo americano. Al ser el primer viaje de la segunda parte de la legislatura, aquella en que se enfrenta con un horizonte electoral, las pregunta son: ¿Tan importante es EEUU para los votantes españoles? ¿Será positivo o negativo cara a las próximas elecciones para el PP la imagen de la Casa Blanca con la roja y gualda al lado de la estrellada con barras?
J.R. Pin Arboledas. Profesor de IESE.