El acuerdo de realizar la consulta es coherente y deriva del mandato electoral ciudadano.
El acuerdo presentado el jueves por CiU, ERC, ICV y la CUP representa un paso coherente derivado del mandato electoral que se expresó en las elecciones del 25-N, en el sentido de promover una consulta a los ciudadanos de Cataluña sobre el estatus político de la comunidad. Al margen de consideraciones especializadas desde las teorías de la secesión o desde el derecho constitucional español, la realidad democráticamente expresada a través del Parlamento catalán pone de manifiesto un apoyo amplio a la celebración de una consulta. En términos de contenido, el redactado de la pregunta incluye dos cuestiones. Una primera sobre si Cataluña ha de convertirse en un estado, la forma del cual se concretaría en una segunda cuestión sobre si este ha de ser independiente o no. Hay pues tres posibles escenarios finales. Dos de ellos expresan un mandato claro, caso de que el 'no' ganase en la primera pregunta o que el 'sí' a la independencia obtuviera una mayoría del conjunto de los votantes. Más incierto es el escenario donde la opción preferida fuera un estado 'no independiente', que afectaría además a la organización del conjunto del estado español. La propia estructura de la pregunta plantea pues alguna incerteza, tanto para que el elector haga explícitas sus preferencias como para que las urnas generen un mandato lo más unívoco posible. Pero, por otro lado, la propuesta presentada refleja también la diversidad de opiniones de las diferentes fuerzas políticas y del electorado catalán.
Más allá de estas cuestiones, se abre ahora una fase donde los partidos que apoyan el referéndum solicitarán formalmente al Congreso que se realice en el marco de la legalidad. Un escenario parece que poco plausible, hecho que convierte a España en un caso único en perspectiva comparada, ya que tanto estados como Canadá o el Reino Unido han dado algún tipo de respuesta para canalizar democráticamente lo que de hecho es una demanda realizada por una parte de sus propios ciudadanos.
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