Esta semana ha sido la del linchamiento mediático del Gobierno. Tanto que Rajoy ha tenido que salir a pedir paciencia. Pero la ciudadanía mediática no aguanta más. El desempleo no sólo preocupa, empieza a exasperar. El martes, en la Cope, Esperanza Aguirre habló de la alternativa. Apeló a las esencias del Partido Popular. Su tesis: bajar impuestos y reducir sector público.
Hasta el nuevo primer ministro italiano, Letta, anuncia que lo va a aplicar. Los italianos son los maestros de lo posible. Su Gobierno de Concentración es una Gran Coalición alemana (CDU/CSU y SPD) a la italiana. En España la economía no va bien, pero la política tampoco. Con lo liado que era el panorama político italiano, el presidente Napolitano ha encontrado una solución.
No sería descabellado que el Rey insinuara al Presidente Rajoy algo similar. Autonomías y ayuntamientos están a mitad de legislatura, excepto Galicia, Euskadi y Cataluña. Sus barones se ponen nerviosos cuando se trata de reducir el gasto. Sin gasto no hay tirón electoral y ya sólo quedan dos años para remontar popularidad. Incluso en Cataluña, donde teóricamente queda mucho tiempo, suenan tambores electorales por la situación económica y para eludir la consulta soberanista. Ni el aumento del déficit al 1,2 por ciento les ha satisfecho. Hasta Castilla y León, la austera y popular, se ha quejado. ¿Cómo adelgazar las Administraciones Públicas? Sólo un amplio consenso político lo lograría.
Un pacto PP-PSOE con apoyo de los nacionalistas moderados (si es que a estas alturas lo hay). Además, hay que liberar las fuerzas productivas ¿Cómo? Copiando a Letta: bajando impuestos y reduciendo Estado a la vez que se protege a los excluidos. Aprendamos de su moderado centro con apoyos de izquierda y derecha. Ya lo dijo Andreotti, el viejo artífice de la política trasalpina. Cuando le preguntaron sobre la política española, respondió: "manca finessa" (falta finura) ¿Podríamos introducir más finura y cordura en España?
José Ramón Pin Arboledas. Profesor del IESE.
